LUIS ANTONIO VIDAL Gaseros clandestinos
Levantar al PRD de su condición in articulo mortis, a como dé lugar, es el empeño, propósito y obsesión de quienes viven a la sombra del presupuesto oficial que recibe ese partido.
Son las siglas una especie de franquicia que implica la sobrevivencia política y económica de sus usufructuarios.
De ahí, la farsa de regresar a la resistencia civil o ponerse al frente de cualquier causa ciudadana con tal de seguir colgados de la ubre.
En esa desesperación por cachar votantes, a los dueños del PRD se les ocurrió organizar la entrega de gas LP en diversas comunidades del estado.
Convencen a ex delegados o líderes para ofrecer el litro de gas $8.50, es decir, $2.50 menos que el precio al público que manejan las gaseras.
Citan a la gente en un domicilio y ahí enviados del propietario de las siglas coordinan el trasiego de la pipa de gas LP, contratada por el partido, a los cilindros de 20 o 30 kilos.
Un ahorro de $140 por un cilindro de 30 kilos es significativo para cualquier familia. El programa en sí otorga un beneficio directo al ciudadano.
Sin embargo, es mezquino el interés de sacar raja política de la necesidad social.
Aspirantes a cargos de elección popular son quienes se encargan de coordinar la entrega del gas a la gente. Sobran ingenuos que desean ser candidatos a diputados locales, porque las posiciones federales ya se repartieron.
Ni se diga la candidatura para gobernador apartada para el dueño local del PRD. Por lo mismo, sus ayudantes van uniformados con el apellido de su patrón Juanma bordado en sus camisas.
Más allá de eso, la riesgosa operación del trasiego sin medidas de seguridad.
A esa actividad se le denomina “picteleo”, prohibido por diversas instancias como la Comisión Nacional de Prevención de Desastres.
Las pipas sólo deben abastecer tanques estacionarios, no portátiles. Una chispa sería suficiente para causar una tragedia entre la gente que hace fila para cargar sus cilindros.
Al PRD le vale cacahuate exponer a los ciudadanos a un accidente con tal que vengan los votos.
La Morralla
En Paraíso, la alcaldesa Castellanos aún cree que ganó la elección por su mérito propio. ¡Qué alguien le expliqueee! * Por cierto, el ex presidente municipal Toño Caldo anda loco de contento. Se rió de quienes le pelaron los dientes.
* Sígueme en tuiter: @vidal_38..