Historia de una pasión
› El original diamante beisbolero trazado desde antes de la construcción del recordado inmueble a inicios de los 60 en la Zona Sur de la vieja San Juan Bautista, fue diseñado en un terreno adquirido especialmente por la administración de Carlos A. Madrazo para edificar el Complejo Deportivo.
Dicha propiedad, que se conocía como “Tapiyuluca”, predio que compartían dos familias locales, fue seleccionada como sede para la construcción del original “Parque Centenario del 27 de Febrero de 1864”, escenario idóneo de un particular romance, prácticamente traducido en la historia de una pasión, cuyos actores esenciales han sido a lo largo de casi seis décadas, la gran afición tabasqueña y el béisbol. El denominado Deporte Rey llego para quedarse dentro del ADN del aficionado tabasqueño para convertirlo con el paso de los años como parte de nuestra cultura, identificado a la vez como un fenómeno social. Acudiendo a la inspiración del siempre bien recordado "Chico Che", han desfilado por este diamante, los mejores peloteros de talla nacional e internacional; lo mismo desde antes de ir inclusive, a Grandes Ligas que como figuras ya consagradas dentro del circuito, considerando también a la vieja Liga del Sureste, Liga Tabasqueña y desde luego, con la romántica presencia de Cardenales, Plataneros, Ganaderos y Olmecas, desde mitad de los años 70's, lo cual marcó el inicio de esta pasión con mayor intensidad, sin dejar de mencionar la presencia de dos novenas de Grandes Ligas como los Cincinnati Reds (1964) y los San Diego Padres (1980). Hoy día no podemos decir que el vetusto estadio cumple los 59 años que marca el calendario desde aquella soleada tarde del 27 de febrero de 1964, ya que la estructura original de un diseñado Parque de Béisbol dejo de existir a partir del 18 de agosto del 2021 en aquel descalabro de Olmecas ante Leones en postemporada. Sin embargo, el diamante, campo o terreno de juego, se mantiene prácticamente intacto, con la orientación original, loma de pitcheo en donde Pepe "Chamaco" Leyva, formuló por vez primera, una histórica pitcheada.