Ministros ricos justicia pobre
En su conferencia de prensa del pasado miércoles 8 de marzo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, difundió el monto del fideicomiso a cargo de Poder Judicial, el cual asciende a más de 20 mil millones de pesos. Sólo este órgano del Estado mexicano dispone de recursos equivalentes al presupuesto anual de varios municipios e incluso de algunas entidades medianas, recursos que maneja arbitraria o discrecionalmente SIN rendir cuentas A
NADIE.
Destaca por lo dispendioso que, de ese monto, 68 millones 596 mil pesos, se destine al mantenimiento de casas habitación de magistrados y jueces, es decir, para que puedan presumir sus casas y habitarlas con todas las comodidades que el dinero (ajeno desde luego), pueda brindarles.
Pero los privilegios no se detienen en ese tema, el fideicomiso cuenta con 137 millones de pesos para un. plan de pensiones médicas, esto es, además de su seguro de gastos médicos mayores mientras se encuentran en ejercicio de sus cargos, al retirarse gozan de atención médica privada vitalicia mientras la gran mayoría de los trabajadores del país deben acudir al ISSSTE, sus contrapartes en los estados o al IMSS con todas las deficiencias que, a pesar de los esfuerzos por mejorarlas, aún presentan esas instituciones de salud.
Se trata pues, de una casta privilegiada, de una burocracia dorada que recibe sueldos y prestaciones excepcionales por una actividad,
NO productiva, necesaria sí, pero que NO genera riqueza, más bien la gasta sin retorno porque tampoco son órganos eficientes con resultados de alta utilidad social, de hecho, muchas veces se tiene que luchar contra ellas o acceder a la justicia a pesar de ellas, se duda también, con altísimo grado de razón, de su imparcialidad y honestidad.
Aun así, muchos tienen la desvergüenza de defender semejante estatus, no sólo desde el poder político-mediático y empresarial, sino desde un sector de las clases medias que pareciera, no atinan a sacudirse la mentalidad de súbditos y asumirse como ciudadanos.