‘Traigan las quijadas, hay uno vivo’
LA PAREJA PROVENÍA DE VERACRUZ Y CHOCARON CONTRA UN TRÁILER EN EL KILÓMETRO 78 DE LA VÍA A COATZACOALCOS.
HUIMANGUILLO. Los gritos de los paramédicos rompían el silencio en el kilómetro 78 de la peligrosa carretera Cárdenas a Coatzacoalcos. El vehículo blanco de Diana, una conductora que había colisionado contra la cola de un tráiler, yacía retorcido en medio de la vía. A su lado, el cuerpo sin vida de su amigo, Paulo, en medio de los escombros.
De acuerdo con los primeros datos, Diana y Paulo eran amigos provenientes de Veracruz que se dirigían hacia su destino. A su paso por la conocida "carretera de la muerte", se encontró con un congestión vial provocado por un accidente anterior. En un instante de distracción, no vieron el tráfico y colisionaron contra un furgón que se encontró detenido.
Los testigos del accidente no pudieron creer lo que vieron. Algunos decían que los ocupantes del coche estaban muertos debido a la brutalidad del impacto. Otros afirmaban que el frente del sedan había llegado hasta los
asientos de los ocupantes. Pero mientras los rescatistas trabajaban para sacar a los heridos, uno de ellos hizo un descubrimiento increíble: "Hay uno vivo, traigan las quijadas", gritó Ricardo, el socorristas, al sentir los signos vitales de Diana.
El rescate de la joven mujer fue una tarea titánica. Los rescatistas se encontraron rodeados de hierros retorcidos y escombros mientras luchaban por liberar a la conductora. Los gritos de los paramédicos y las sirenas de las ambulancias resonaban en la escena, creando una atmósfera tensa y llena de desesperación.
Finalmente, Diana fue rescatada y trasladada de inmediato al hospital. Sin embargo, Paulo, un petrolero de 51 años de edad, no corrió con la misma suerte. Su cuerpo sin vida fue identificado gracias a sus pertenencias.