Te helará la sangre
La bruja es una experiencia imperdible que puedes ver por Netflix
Lejos de recurrir a sustos predecibles, el horror de la película de Robert Egger hiela la sangre desde la desesperación
Ambientada en la década de 1600 en la región noreste, La bruja es la historia de una familia que se ve obligada a exiliar de su pueblo y asentarse nuevamente en un bosque que desconocen y al que le temen. Bajo una extrema crianza religiosa, un matrimonio y sus cinco hijos tratan de subsistir en una tierra hostil donde sucederá un hecho demasiado horrible y jugoso como para revelarlo y robarle a Egger de su relato para una simple reseña.
Es posterior a ese evento, sin duda, que La bruja comienza a revelar su verdadera naturaleza y quienes estén ante ella esperando saltar de sus asientos, se sentirán decepcionados.
Con su idioma antiguo, diálogos de grandilocuencia religiosa y planos fijos cuya inmovilidad deforma la tensión y el pasaje del tiempo vivido con y por la familia, La bruja no se puede emparejar con otras películas de terror de fórmulas conocidas y que han gozado de popularidad en taquilla reciente, ya sea El conjuro (2013) o La noche del demonio (2010), del director James Wan.
En cambio, el filme de Egger se puede asociar –aunque no mezclar– con joyas menos populares del género como The Babadook y Te sigue, dos películas de 2014 que ya pueden verse en Netflix. Ambos títulos, como La bruja, utilizan lo paranormal no como un fin para asustar sino como un medio para explorar.