EL SABOR DE LA COCINA NORTEÑA
LA CARBONERÍA es un lugar donde se busca tener el sazón 100% local, en la que cada bocado sepa a Ciudad Juárez, externan sus creadores
E l sueño de tener un restaurante, compartido por tres amigos a quienes también unía el gusto por las carnes asadas –pero sobre todo, el respeto por la tradicional cocina a las brasas (sin conservadores ni productos pre-cocidos) – cristalizó en la apertura de un módulo que ofrecía costillas y cortes al carbón en la Fiesta Juárez 2014.
Aunque Omar, Gustavo y Héctor, fundadores de La Carbonería, se dedicaban entonces a profesiones que distaban mucho del gremio restaurantero, su motivación para emprender este proyecto fue la necesidad de que hubiera un ‘stand’ dedicado a la cocina norteña en la variada oferta de antojitos nacionales y norteamericanos de La Fiesta, recordó Omar.
La aceptación fue tal, que decidieron replicar la experiencia en años posteriores, con resultados igualmente positivos y la confianza de la gente, que pedía la sazón y los saberes culinarios de La Carbonería, no solo durante el tiempo que abarcar la feria, sino por el resto del año.
Así fue como, dentro de poco, tuvieron presencia en eventos como el Festival gastronómico y el Festival del Tequila y del Mariachi o la Beerbena, donde establecieron como su sello característico el uso de asadores de carbón.
Ahora, tras casi cinco años de historia, La Carbonería es el lugar favorito de los que saben: los que, como sus iniciadores, aprecian la verdadera cocina al carbón.
“Nuestra intención es lograr una cocina 100% local, en la que cada bocado sepa a Ciudad Juárez” externó Omar, quien también enfatizó en el reto que esto significa al estar en una ciudad fronteriza y por lo tanto, en una donde la gastronomía del norte de México tiende a asimilar muchos elementos de la norteamericana.
Por ello, todo en el restaurante es de factura local y estatal; comenzando por la
carne, siguiendo con el resto de los insumos de cocina y una cava de vinos conformada por 24 etiquetas de la Casa Encinillas, hasta llegar a las recetas y procesos de elaboración de los alimentos.
Por otro lado, la presentación de los platillos evoca la hora de comer en una reunión familiar o con amigos muy al estilo del estado grande: imagina, por ejemplo, un exquisito ‘t-bone’ o una costilla acompañada con papa asada, rajas con queso o verduras.
Imagina también el platillo de tu elección –un corte de más de 750 gramos– sazonado con el condimento secreto de la casa, que se prepara a base de chiles toreados, tomate, cebolla y salsas negras.
Y si te queda apetito para un postre, cierra esta fantasía con una deliciosa tarta de elaboración artesanal, de sabor queso con durazno y frambuesa, o bien, con una generosa porción de pay de queso.