OMNIA
Los sociólogos —y la Carta de las Naciones Unidas— han insistido en que los humanos somos iguales y por lo tanto debemos ser medidos con el mismo rasero, cualquiera que sea nuestro origen étnico, nuestro credo y nuestra condición económica.
Pero la investigación científica confirma exactamente lo contrario: no hay dos seres humanos iguales —cuando menos desde el punto de vista de la biología y de los genes.
¿Por qué es importante que seamos diferentes?
Preguntas como esta son respondidas por el antropólogo Henry Harpending, de la Universidad de Utah (EU). Veamos su respuesta a esta primera pregunta:
“Los nuevos estudios sobre la variación genética”, dice Harpending, “muestran que la evolución humana se diversificó al máximo en los últimos 10 mil años.
“En otras palabras, las diferencias, incluso entre los humanos, comenzaron a desarrollarse a alta velocidad justo después de la Edad de Hielo, pero no antes de ese periodo. Todo ello a causa de que los grupos existentes se expusieron a una mayor diversidad de ambientes.
¿Cómo encaja esto en el pensamiento de Carlos Darwin?
Darwin dijo que para tener una evolución rápida se necesitaba de una gran población de individuos, y eso fue lo que ocurrió: hubo un aumento masivo en la cantidad de humanos a partir de que el hombre se interesó en la agricultura y en la cría de animales (hace 8 mil años). Entonces la población comenzó a crecer y se vio obligada a emigrar a nuevos ambientes; y cuando eso sucede se dan las condiciones para acelerar la evolución, y por lo tanto para incrementar las diferencias tanto entre los grupos como entre los individuos. Por eso nos volvimos tan diferentes en poco tiempo.
¿Cómo cambió eso a los humanos?
Al formarse grupos diferentes, en el norte de Europa, en China, en Japón y en el Medio Oriente, surgieron genes diferentes que se estaban haciendo cada vez más comunes. Desde entonces la migración nunca dejó de estar presente y con eso vino la mezcla de genes, de idiomas y de enfoques tecnológicos.
¿Existe alguna preocupación de que el reconocimiento de las diferencias biológicas entre los humanos, pueda engendrar algún tipo de racismo? La igualdad social no dependen de los genes ni de nuestra identidad biológica, si así fuese, entonces se engendraría el racismo que a usted le preocupa.
Los derechos humanos y los derechos civiles no dependen del origen de nuestros ancestros ni de la importancia que tuvo determinado grupo social.
Por lo menos en Estados Unidos, tenemos la idea de que todos los grupos humanos tienen que ser iguales en términos de las leyes que establece la sociedad.
Pero somos diferentes...
Los humanos somos diferentes, somos muy diversos y mucha de esa diversidad se encuentra presente en el genoma. Si yo no puedo cantar, no es porque no tuve un maestro de música, es porque soy diferente. En nuestra vida pública tenemos que abrirnos a la idea de que somos diferentes.
¿Piensa usted que la idea de ‘diferencia biológica’ puede ser preocupante?
En el siglo pasado la ciencia social tomó un gran auge. Pero la ciencia social, para ganar validez, tuvo que anular a la biología. Así nació la noción de que la biología era irrelevante ante el comportamiento social. En otras palabras, se proclamó que el concepto de ‘igualdad social’ está por encima de las diferencias biológicas que puedan existir entre las razas o entre los individuos.
La comunidad científica ha aceptado la idea de la diversidad genética, ¿considera usted que la sociedad también lo hará?
Creo que no lo podemos evitar. Pero considero que vamos a tener que hacer una revisión importante de nuestras actitudes acerca de lo que son la igualdad y la justicia.
Si es así, si la sociedad acepta la diversidad genética, ¿cómo se desarrollarán los conceptos de igualdad y de justicia social?
No obstante las enormes diferencias entre los grupos humanos y entre los individuos, tenemos que aprender a tratar a la gente como iguales.
Tango fe en que más allá de las diferencias biológicas, entre los humanos existe la decencia y la buena voluntad de aceptar y entender la importancia que tiene esa diversidad.
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