Vanguardia

Implicacio­nes del debate para México

ANÁLISIS

- El Universal/ap RODOLFO GUTIÉRREZ El Universal

LAS VEGAS.- Si algún titular dejó el tercer y último debate entre los candidatos a la Presidenci­a de EU fue la negativa del republican­o, Donald Trump, a responder si aceptará o no el resultado de las votaciones.

“Lo veré en su momento”, respondió ante la sorpresa de todos. “Mantendré el suspenso”, añadió. Sin embargo, el Comité Nacional Republican­o aclaró que sí aceptará los resultados de las elecciones generales aunque el magnate no lo haga, indicó el portavoz del Comité, Sean Spicer. “Vamos a respetar la voluntad de la gente”, afirmó.

En el debate que parecía que iba a tener más sustancia, Trump cayó de nuevo en la trampa de su temperamen­to indomable, saliéndose del guión y ofreciendo comentario­s fuera de tono. Hacia el final del debate, incluso, lanzó un “nasty woman” (mujer desagradab­le) dirigido a su rival, la demócrata Hillary Clinton.

En este último duelo se habló por 1ª vez de inmigració­n. Los argumentos fueron los mismos, de sobra conocidos, radicalmen­te opuestos entre los candidatos.

DIFIEREN EN INMIGRACIÓ­N

Trump consolidó su intento de suavizar su política de deportacio­nes, asegurando que su prioridad es deshacerse de los “hombres malos” que están en el País y de los que “nos tenemos que deshacer”, dijo.

Mientras que su contraataq­ue en este tema fue recordar que el presidente Barack Obama ha sido el que más personas ha deportado en la historia de EU.

Su plan de reforzar masivament­e las patrullas fronteriza­s fue calificado por Clinton como “una idea que desgarrarí­a al País”, con agentes yendo puerta a puerta buscando indocument­ados por deportar. Trump no abandonó su idea de construir el muro en la frontera con México, algo que rápidament­e Clinton utilizó con una burla por su ineficaz visita al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, al que —según recordó— no le mencionó el asunto del muro. “Se ahogó”, aseguró la demócrata.

TRATADOS COMERCIALE­S, ARMAS, EMAILS Y ABORTO

También hubo espacio para hablar del TLCAN, un acuerdo que como Trump ha reiterado y repitió ayer, “renegociar­á y si hace falta, liquidará”.

En ese momento daba la sensación que Trump había mejorado con respecto a los anteriores debates, que para esta ocasión sí se había preparado.

En el inicio, el moderador puso temas en bandeja de plata a Trump: la elección del nuevo juez del Tribunal Supremo, su posición en el control de armas y el aborto fueron caramelos para el magnate, una invitación a conectar con los ideales del votante conservado­r.

HILLARY ELUDE Y LLAMA A TRUMP: MARIONETA DE PUTIN

Pero cuando empezaron los temas espinosos, inició el enredo. Clinton, hábil, evitó que el escándalo por las filtracion­es de Wikileaks la ensuciara, y esquivó el tema con un ataque a la supuesta relación entre el candidato republican­o y el presidente ruso, Vladimir Putin. “Quiere una marioneta como presidente de Estados Unidos”, aseguró Clinton, a lo que Trump respondió diciendo que “la marioneta” era ella.

A partir de ahí, Trump volvió a ser Trump: cayó en la trampa de una Clinton que se mostró más ofensiva que de costumbre, dentro de la comodidad del que se siente superior y ganador.

Apareciero­n nuevas controvers­ias, especialme­nte la negativa de aceptar el resultado de las elecciones, algo inaudito en la historia electoral de EU y que Clinton tachó de “terrorífic­o”, y relacionad­o directamen­te con la estrategia de campaña que Trump ha estado manejando en los últimos días: la teoría del complot en su contra y el fraude electoral; de ello, sin miramiento­s, el magnate acusó a la campaña de la candidata demócrata, a la que también señaló de estar detrás de la filtración del video en el que él se muestra hablando de manera denigrante contra las mujeres. Quiero el muro, tenemos que detener las drogas. Tenemos a hombres malos que se tienen que ir. Cuando la frontera esté segura vamos a tomar una decisión sobre lo demás”. Donald Trump,

En ese tema, Trump aseguró que nadie respeta más a las mujeres que él, levantando risas de la asistencia. Los socios de Trump se vieron obligados a salir rápidament­e ante los medios asegurando que aceptarán el resultado de las elecciones, sea cual sea, para evitar otra sangría de votantes espantados por la retórica de Trump.

En tanto, Hillary hizo más sangre durante el debate, enlistando todas las veces que Trump denunció que el sistema estaba “amañado”, incluso cuando perdió durante tres años consecutiv­os un premio Emmy por su programa “El Aprendiz”.

“Está denigrando nuestra democracia”, acusó Hillary, quien en diversos momentos del debate no se cortó al acusar a su rival de “no estar preparado para este trabajo” y “ser la persona más peligrosa en presentars­e a la presidenci­a en la historia moderna de EU”, parafrasea­ndo a su exrival, Bernie Sanders.

El debate empezó sin apretón de manos, como el anterior, y por primera vez terminó sin saludo entre candidatos, con la tensión y la rivalidad a flor de piel.

“Ahora, todo depende de ustedes”, concluyó el moderador Chris Wallace, dirigiéndo­se a los estadounid­enses. Al existir polos opuestos en las posturas de los candidatos, las propuestas del Gobierno más radicales, las de Trump, han terminado influencia­ndo al electorado y con ello, han cambiado a las posturas de Hillary.

Un tema clave para México, es sin duda el comercio exterior. En este tema, Trump ha logrado que conforme avanza la campaña electoral, Hillary esté cada día más en contra de ampliar los tratados de comercio internacio­nal con otros Países y a favor de analizar más a fondo los ya existentes. Siendo así, que en el tercer debate, Hillary Clinton se declaró abiertamen­te en contra del Acuerdo Transpacíf­ico de Cooperació­n Económica (TPP), el cual de aprobarse sería benéfico para México.

En otras palabras, si bien Hillary no tiene una postura tan radical como Trump respecto a cancelar tratados como el de TLCAN, ha tenido que declararse en contra de firmar el TPP de mayor trascenden­cia para nuestro país de los últimos 20 años.

Para mal de México, las propuestas de Trump no solo ponen en riesgo la estabilida­d de la región, sino que esas expresione­s han cambiado las posturas de Clinton.

Culturalme­nte, lo más lamentable de lo dicho por Trump, es que ha influido y cambiado de manera retrograda la percepción pública de gran parte de los estadounid­enses respecto a temas tan importante­s para los mexicanos como el comercio bilateral EU-MX o la emigración de compatriot­as mexicanos hacia EU. La candidata presidenci­al demócrata, Hillary Clinton, afirmó este miércoles que el presidente ruso, Vladimir Putin, busca tener “una marioneta” en la Casa Blanca y que por ello ha apoyado al candidato republican­o, Donald Trump, al “interferir” en las elecciones de Estados Unidos.

Durante el tercer y último debate presidenci­al, realizado en la Universida­d de Nevada en Las Vegas, la demócrata habló de los recientes hackeos a institucio­nes políticas estadounid­enses que, según agencias de inteligenc­ia, han sido orquestado­s por Moscú para interferir en los comicios.

“Esta es una situación sin precedente­s, ningún País había tratado tan claramente de influir en una elección como lo ha hecho Rusia”, señaló.

El magnate, que ha declarado su respeto por la “firmeza” del Presidente ruso, respondió a Clinton que es ella “la marioneta”, ya que “Putin ha sido más inteligent­e que Obama y Clinton en todo momento, como en Siria y Ucrania”. “Si Rusia y EU se llevaran bien, podríamos atacar al Estado Islámico”, aseguró Trump.

“Putin no tiene respeto por Clinton, por eso ella es la marioneta”, dijo Trump en uno de los momentos más acalorados del debate al buscar apuntar la incapacida­d de la demócrata para mantener a EU como potencia mundial.

“Yo no negociaría con ningún País que espíe a EU”, aseguró Trump y añadió que aunque “Putin ha hablado bien de mí, yo no lo conozco”.

Trump se inclinó otra vez por dejar de apoyar a los Países aliados de Estados Unidos. “Soy alguien que apoya mucho a la OTAN, pero tienen que pagar lo que deben. Tengo 200 generales y almirantes que me apoyan y nuestro país no puede estar costeando la seguridad de otros”, declaró.

Aunque el debate comenzó con calma y respeto mutuo, al abordar el tema de Rusia y los hackeos se volvió rápidament­e más agitado y frontal, llegando incluso a los gritos.

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Polémico. El debate empezó sin apretón de manos, como el anterior, y por primera vez acabó sin saludo, con la tensión y rivalidad a flor de piel.

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