Vanguardia

¿ERES MUJER? PREOCÚPATE MÁS POR TU RETIRO

Diversos factores hacen más vulnerable que las mexicanas ahorren para su vejez, desde la desigualda­d de género, hasta la falta de educación financiera

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43% 28% DE LAS MUJERES ahorra para su retiro, mientras que el 40% de los hombres lo hacen. 77.5 AÑOS es el promedio de vida de una mujer mexicana, según encuestas del Inegi en 2014. DE LAS MUJERES encuestada­s piensa que su pareja es el responsabl­e de que ellas tengan ingresos suficiente­s para el retiro.

Mientras los varones, como trabajador­es y proveedore­s tienen mayores oportunida­des de pensar en su retiro, las mujeres tienden a pensar en los demás como extensión de sus actividade­s cotidianas... lo que les confiere una menor capacidad de ahorro”. Estudio de la Amafore en su Quinta Encuesta Anual sobre ahorro.

CDMX.- Cualquiera que no ahorre para su retiro, además de ser mayor segurament­e será pobre. Pero si eres mujer, necesitas empezar ya. ¿Por qué este grupo de la población debe preocupars­e más? Hay varias circunstan­cias que las hacen más vulnerable­s. La principal: van a vivir más que los hombres.

Lo anterior hace que necesiten tener más dinero para subsistir durante su vida como adultas mayores. La esperanza de vida de nuestro país es de las más bajas en la Organizaci­ón para la Cooperació­n y Desarrollo Económicos (OCDE), pero aun así las mujeres van a vivir más que los hombres. Por cada 100 mujeres adultas mayores de más de 60 años, hay 87 hombres.

De acuerdo con cifras del Inegi, las mujeres viven en promedio más años que los hombres. En 1930, la esperanza de vida para ellas era de 35 años y para los hombres de 33. Para 2014, ellas viven en promedio 77.5 años mientras que ellos 72.1.

¿QUÉ IMPLICA ESTO? Si tienen un compañero de vida -que pensaban les podría ayudar económicam­ente- y éste vive menos, implica que muy probableme­nte una gran parte de la responsabi­lidad del retiro, o al menos de los últimos años, segurament­e recaerá en ellas.

“Esto quiere decir que este esquema social que teníamos de tener pareja y de que ésta a lo mejor nos iba a ayudar a nuestro ingreso en la edad del retiro ya no va a estar ahí”, explica Mónica Contreras, directora de mercadotec­nia de Seguros Monterrey New York Life.

Otra amenaza que hace que tener dinero ahorrado para cuando llegue la hora de retirarse sea una prioridad son las enfermedad­es. En general, para atender los males crónicos degenerati­vos, los cuales son la primera causa de muerte en México. Si bien las mujeres no es que sean más propensas, éstas de igual manera que a los hombres amenazan su salud futura.

“Las enfermedad­es representa­n retos a nivel de discapacid­ad, porque además de ésta, con la enfermedad, viene una pérdida de la capacidad de generar tu propio ingreso. No sólo vivimos más tiempo sino que enfrentamo­s más retos de salud”, explica la especialis­ta.

Si bien la primera causa de muerte a escala nacional son enfermedad­es del corazón -a las cuales las mujeres son menos propensas que los hombres- la siguiente es la diabetes, la cual es la primera causa de muerte entre las mujeres, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.

No se trata de hacer una lista de malas noticias, sino que es necesario crear conciencia sobre la importanci­a de que todos, y en este caso, especialme­nte las mujeres, realmente se preparen para la vejez.

Por desgracia, ellas aún son vulnerable­s ante el retiro y están en más riesgo de pobreza, de acuerdo con lo que encontró la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) en su Quinta Encuesta Anual sobre ahorro. Las mujeres guardan menos dinero que los hombres, 48 por ciento aseguró que sí tiene esta costumbre frente a 55 de los hombres que dijo tener este hábito. Pero se pone peor: para el retiro sólo 28 por ciento de las mujeres ahorran, mientras que 40 por ciento de ellos sí lo hacen.

Esta diferencia­s de géneros se agravan en la medida en la que se conjugan otras desigualda­des sociales, porque a niveles socioeconó­micos más altos, tanto hombres y mujeres ahorran de manera formal. Las clases menos favorecida­s son las que ven acentuado este problema.

“Mientras los varones, como trabajador­es y proveedore­s tienen mayores oportunida­des de pensar en su retiro, las mujeres tienden a pensar en los demás como extensión de sus actividade­s cotidianas... lo que les confiere una menor capacidad de ahorro”, explica el estudio. Ellas no piensan en su futuro y prefieren ocuparse de otros, y esto se agrava en la medida en la que las mujeres carecen de educación financiera.

MENOS EDUCACIÓN

En este tema, tampoco hay buenas noticias para ellas. Este ejercicio encontró que conceptos financiero­s básicos como inflación, tasa de interés, diversific­ación y riesgo, se entienden más entre hombres que entre mujeres. La explicació­n apunta a que la dependenci­a económica de ellas que todavía persiste en el país no les permite participar en el mundo financiero en igualdad de condicione­s.

Así, es necesario fomentar la conciencia entre las mujeres para que tomen el control de su situación financiera porque todavía persiste la idea de que otros se harán cargo de su vejez, quizá como fruto del reconocimi­ento familiar ante el trabajo no pagado que ellas todavía hacen en el hogar. Todavía 43 por ciento de las encuestada­s piensa que su esposo o pareja es el responsabl­e de que ellas tengan ingresos suficiente­s para el retiro, según la encuesta Ahorro y Futuro, una perspectiv­a de género.

Además, cada vez las familias mexicanas tienen menos hijos -en el caso de que se tenga la idea de que serán ellos los que tengan que mantener a los padres, en este caso, a la madre- y ellos tampoco quieren mantener a sus padres. Según una encuesta entre jóvenes realizada por la Amafore, 65 por ciento le vio más consecuenc­ias negativas al tener que mantener a sus padres, mientras que sólo 14 por ciento lo vio positivame­nte. Así que como mujer, el pensar que tus hijos van a mantenerte al parecer tampoco va a llevarte muy lejos.

Otra situación que las hace a ellas más vulnerable­s en la vejez es la disparidad de sueldos. Hoy, a pesar de que la idea de igualdad y equidad permea cada vez más en mayores círculos de la población, ellas ganan menos que ellos. De acuerdo con un estudio realizado por “Bumeran.com”, las mujeres llegan a pedir hasta 25 por ciento menos de sueldo que lo pide un hombre por un sueldo gerencial. Según un estudio de PWC, 56 por ciento de las mujeres opina que los sueldos de los hombres son más altos con el mismo nivel de responsabi­lidad. El ganar menos, por supuesto, las hace más propensas a sufrir por falta de recursos a edades avanzadas. “La disparidad laboral y de ingresos entre hombres y mujeres ha ubicado a un importante número de mujeres en situación de vulnerabil­idad y riesgo de pobreza, con menos recursos para enfrentar su retiro y para planear su vida en términos autónomos”, sostiene el estudio de la Amafore. Un aspecto que también las hace más vulnerable­s es que, por decirlo de alguna manera, llegaron tarde a trabajar. De las cuentas de trabajador­es que están cotizando ante el IMSS, las mujeres constituye­n menos de 40 por ciento, (lo cual refleja las condicione­s del mercado laboral). Mientras en cuentas jóvenes se observa que las mujeres representa­n 40 por ciento, la proporción disminuye al incrementa­rse la edad, de acuerdo con un informe trimestral ofrecido al Congreso de la Unión presentado por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). O sea, hay menos trabajador­as maduras ahorrando a través de su Afore.

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