El milagro
Sabemos que comenzó la Cuaresma porque, primero, ahí anda la gente todavía con su cruz de ceniza en la frente desde ayer (¡Qué pasó! ¿Por qué son así?); dos, porque mi tía Paca ya ofreció su tradicional levantada y es hasta entonces que el Vaticano da su venia para dar paso a lo que sigue en el calendario litúrgico; y tres, porque ya comienzan a acaecer los típicos milagros de los cuales se da fe en los Evangelios.
Así, nuestros amigos del PRI Coahuila experimentaron dichosos este domingo el prodigio conocido como la multiplicación de las boletas (y alguna que otra urna embarazada por obra del Espítiru Santo).
Como previsto por el mismísimo Yisus H. Cráist, cuando las papeletas parecían terminarse, “El Señor”, en su infinita generosidad proveyó algunos cuantos miles más para que ni un solo simpatizante se quedara sin votar por alguna de las dos magníficas opciones que el PRI presentó a la ciudadanía (había oído escuchar de caballadas flacas, pero esto es un cadáver equino resecándose al sol).
“Dicen Las Escrituras”:
Cuando anochecía, se le acercó la militancia diciendo: El lugar es desierto, se acabaron las tortas y los frutsis y lo peor es que ya ni boletas quedan.
Él les contestó: No tienen necesidad de irse. Dadles a estos hombres lo que necesitan.
No nos quedan más que cinco tortas y dos refrescos, y de boletas mejor ni hablamos.
Echádmelas para acá.—dijo el que todas las puede— y al cabo de un rato nadie se quedó sin participar: ¡Quibu! ¡No que no! ¿Cuántas y por qué tantas? ¡Tranquilos! ¡No se me avoracen! También va a haber para llevar. ¡Nomás no me jalen! ¡No me jalen! ¡No seáis egoísta! ¡A ver, cobrador, pónmele otra! ¿La suya con todo, güero? ¡Cóbramele dos con queso a la señorita!
Da fe de este milagro la autora de uno de los videos más cómicos de la red del primer bimestre de 2017, la dirigente estatal del PRI en Coahuila, Verónica “Basta ya al gasolinazo, señor Presidente” Martínez.
Pues tras haber registrado una votación muy superior al número de boletas que originalmente declaró haber mandado imprimir para la Contienda “Hagamos Como que Elegimos Candidato 2017”, la explicación apenas fueron unos cuantos balbuceos incoherentes.
Total, que de este proceso, modelo de democracia, transparencia y libre participación ha emergido, cual unigénito “Simba”, alzado en los brazos de la dirigente, plantada ella en la firme roca de su divisa política, el abanderado de las fuerzas tricolores: Verde por Miguel, blanco por Ángel, rojo Por Riquelme y Solís ¿por qué?… porque sí.
¡Carajo! Cuando ya se antoja imposible que podamos tener un Gobernador más carismático, más afable, más apuesto, el condenado PRI nos da siempre la sorpresota.
Pero dejemos de lado las cualidades incidentales del candidato y enfoquémonos en sus virtudes intrínsecas.
Riquelme, como buen político, es experto en ignorar los temas prioritarios de la agenda pública para en su lugar dictarnos su propia agenda.
Resulta que ni la Megadeuda, ni la fuga de recursos, ni las empresas fantasma, ni todos los escándalos de corrupción en el Estado que busca gobernar le merecen el menor comentario al señor Riquelme. ¿Y cómo habría de pronunciarse al respecto si esos cánceres son herencia directa de sus predecesores, es decir, los últimos Gobernadores coahuilenses emanados (¡oh, coincidencia!) de su propio partido?
Resulta que nada de ello importa. No importa que nos hayan saqueado y los perpetradores se placeen impunes hasta el cinismo; que las finanzas públicas estén embargadas de aquí a medio Siglo; que no obstante ello, la actual administración haya encontrado el modo de seguir sangrándole al erario miles de millones de pesos.
¡No! Nada de ello es el problema. El problema es, según el candidato, la proporción de aportaciones que hacemos a la Federación y lo que ésta entrega de regreso a Coahuila como recursos y partidas.
Yo, la verdad, me atrevo tímidamente, contradiciendo al candidato (¡híjole, con la pena!) que la bronca no es lo que Coahuila recibe como participación, mucho o poco, sino la forma tan absurda, aberrante y obscena en que le han dado en la madre a esos recursos los mismos hampones que hoy están detrás de su candidatura.
Es decir, no es lo que te dan, sino cómo te lo chingas. ¿Estamos de acuerdo, candidato? Porque si busca gobernar este Estado en ruinas va a tener que obrar un milagro con los pesos, muy parecido al que realizaron el domingo con las boletas que le dieron su ridícula victoria.
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