‘BALCONEAN’ A EQUIPO DE TRUMP POR NEXO RUSO
El fiscal general de EU y Jared Kuschner, súper asesor del Presidente, ocultaron reuniones.
WASHINGTON.- El presidente Donald Trump ha perdido una vez más una batalla crucial. El fiscal general de EU, Jeff Sessions, uno de los hombres de máxima confianza, aceptó ayer inhibirse en todas las investigaciones sobre la conexión entre el Kremlin y la campaña electoral del multimillonario.
La decisión fue adoptada después de que se hiciera público que Sessions había ocultado al Senado sus reuniones con el embajador ruso en pleno ciberataque de Moscú contra el partido de Hillary Clinto. Bajo esta presión, de nada valió el “apoyo total” que le brindó el Presidente. El Fiscal asediado por demócratas y republicanos, se vio forzado a recusarse a sí mismo. Hace tres semanas, una conversación con el embajador, Sergei Kislyak, le costó el puesto al consejero de Seguridad, Michael Flynn.
La caída del General, que llegó a ocultar el contenido de su reunión al propio Vicepresidente, abrió una crisis que se agudizó al descubrirse a los pocos días que otros miembros del equipo de campaña de Trump habían entrado en un sospechoso juego de contactos con agentes de inteligencia rusos.
La nueva vuelta de tuerca llegó el miércoles. The Washington Post publicó que Kislyak se había reunido dos veces con el entonces senador Sessions. La última cita se celebró en septiembre, coincidiendo con el momento más duro del ciberataque ruso al Partido Demócrata.
Acorralado por la revelación, el Fiscal General intentó el miércoles por la noche, escapar del incendio alegando que no había tenido contacto con ningún funcionario ruso “para tratar temas de campaña” y circunscribió sus encuentros a sus tareas como miembro del Comité de Servicios Armados.
Sus palabras no convencieron ni a sus propios correligionarios. El repaso a sus comparecencias en el Senado, cuando luchaba por el puesto, revelan que silenció las conversaciones con Kislyak. Al ser cuestionado por el senador demócrata, Al Franken, qué haría si tuviese conocimiento del vínculo de algún miembro de la campaña de Trump con el
Kremlin, respondió: “No soy consciente de ninguna de esas actividades. Fui llamado una vez o dos a trabajar en la campaña, y no he tenido comunicación con los rusos. No tengo capacidad para contestar”.
Ante esta actitud, los demócratas exigieron su inmediata renuncia. “Sessions no cumple los requisitos para ser el primer ejecutor de la ley en nuestro país; ha mentido bajo juramento y debe dimitir. Hay que abrir una comisión independiente para investigar las conexiones políticas, personales y financieras de Trump con los rusos”, afirmó la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. En el mismo sentido se expresó el jefe de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer.
Los propios republicanos aceptaron parte de las críticas y pidieron a Sessions que aclarase su actuación y, llegado el caso, se inhibiese de las investigaciones abiertas. Un paso natural en tanto que como responsable del Departamento de Justicia y del FBI, su presencia podía contaminar las indagaciones en curso e incluso alterarlas.
Y en el caso de que los indicios contra él tengan entidad suficiente, cabía la posibilidad de que acabase siendo interrogado por sus propios agentes, lo que agudizaría aún más la contradicción. En este horizonte, Sessions decidió apartarse del caso.
En una precipitada conferencia de prensa, explicó que en ningún momento había mentido al Senado e insistió en que la pregunta sobre las conexiones rusas estaba ligada a la campaña electoral y mientras que su visita al embajador, no. “Me acompañaron tres asistentes, dos de ellos coroneles retirados”, afirmó.
Como prueba de que su inhibición se debía a su “promesa de actuar correctamente”, señaló que desde hacía semanas estaba estudiando su retirada y que justo este jueves, iba a tomar la decisión. “Y que conste que durante este tiempo no he tomado ninguna acción sobre las materias cuestionadas”, recalcó.
El apartamiento del Fiscal supone un descalabro para Trump. El Presidente pierde a su hombre de confianza en el sitio donde más lo necesita.
Con Sessions maniatado, es difícil que la Casa Blanca pueda interferir en futuras indagaciones.
YERNO DE TRUMP, TAMBIÉN SE REUNIÓ CON EL EMBAJADOR
A la crisis por los nexos entre funcionarios rusos y del Gobierno de EU, se suma otro nombre: Jared Kuschner, yerno del magnate.
The New Yorker reveló que el esposo de Ivanka se reunió en diciembre en la Torre Trump y duró al rededor de 20 minutos.
La Casa Blanca justificó la reunión como una forma de “establecer una línea de comunicación” entre la entonces administración entrante y el Kremlin. Y aseguró que el encuentro fue “similar a las que han tenido lugar en el transcurso de la campaña con los representantes de otros países extranjeros”.
No soy consciente de ninguna de esas actividades. Fui llamado una vez o dos a trabajar en la campaña, y no he tenido comunicación con los rusos. No tengo capacidad para contestar”. Jeff Sessions, fiscal de EU.