LOVE: LA PEQUEÑA GRAN SERIE SOBRE RELACIONES
¿Andan buscando una serie sobre relaciones después de los treinta, realista pero también entretenida? No, no les voy a recomendar “Easy”, sino “Love”, aunque ambas abordan temas similares y se encuentran en Netflix (pero “Love” es mejor).
“Love” es una creación del veterano en la comedia Judd Apatow (ahora mismo también produce en televisión “Girls” y “Crashing”, y es uno de los directores más famosos de películas de comedia, entre las que se encuentran “Bienvenido a los 40”, “Ligeramente Embarazada” o “Virgen a los 40”). Bueno, Apatow unió su talento al de dos jóvenes esposos: Lesley Arfin (escritora y editora de “Brooklyn Nine-nine” y “Girls”) y Paul Rust (también escritor, pero sobre todo conocido como actor), y el resultado fue una serie fresca y juvenil, pero con una base bien estructurada.
“Love” aborda la historia de Mickey Dobbs (Gillian Jacobs, “Community”) y Gus Cruikshank (Rust), dos especímenes completamente diferentes en California, quienes se enamoran gracias a las casualidades de la vida. Mickey trabaja en una estación de radio y debe superar varias adicciones: drogas, alcohol, sexo, amor y drama. Es una mujer divertida, honesta y bien intencionada, pero su estilo de vida la va hundiendo poco a poco, sobre todo cuando conoce a Gus –un tipo muy diferente a ella, en teoría– y se enamora de él. Gus, por otro lado, es un nerd del cine y la televisión, y trabaja en el set de una comedia como tutor de una actriz adolescente mientras intenta vender alguna de sus ideas como guionista a los grandes estudios. Gracias a su exnovia, se le endilga una fama de chico aburrido e ingenuo.
La primera temporada de “Love”, estrenada el año pasado, quizá no tuvo el impacto que sus creadores deseaban, pero a mi gusto, la segunda entrega, que recién inició, es mucho más adecuada y sincera, y está mucho más estilizada. Los nuevos capítulos me sorprendieron porque la serie se abre más a la naturalidad y toca temas que cualquier nueva pareja experimenta al inicio de una relación. En este segundo ciclo, Mickey desea volver a intentarlo con Gus, pero ahora de la manera correcta, e intenta contenerse y resolver al tiempo sus conflictos en un grupo de adictos al sexo y al amor. Quizá este giro en la historia no resulte en episodios tan divertidos, pero la espontaneidad con la que se plantean los diálogos y las acciones le añade una frescura tremenda al proyecto en general.
“Love” es una serie plagada de referencias a la cultura pop, que a la vez exhibe el modo de vida de los treintañeros atrapados en una segunda juventud, que todavía no pueden definirse a sí mismos y cuyas preocupaciones se alejan de las típicas a esa edad: matrimonio, hijos, trabajo estable y san se acabó. En este sentido, será un arma de doble filo para quienes le echen el ojo: o te resulta chocante y demasiado pretenciosa, o te identificas con alguno de los personajes y disfrutas esa franqueza que sus guionistas le han impuesto a su trama. Nada se pierde dándole una oportunidad.