Sacan medio boleto a la Gran Final
quebrar a un rocoso Whitecaps, más allá del dominio y la insistencia de Tigres, que fue mejor, pero que no tuvo tanto tino para hacer más escandalosa la ventaja.
El 5 de abril en Vancouver se jugará la revancha y Tigres sabe que con un gol que consiga en condición de visitante, liquidará la serie.
Tigres lo ganó recién en el segundo tiempo, después de una primera parte donde no encontró los caminos.
La conexión que buscaba Tigres se desvaneció siempre sobre la zona de gol. De poco le sirvió al equipo de Ricardo Ferretti tejer las jugadas desde atrás porque lo que no tuvo fue inspiración para romper a un adversario más pragmático que elegante para alejar el peligro de su campo.
Ni Dueñas ni Vargas ni Gignac ubicaron las coordenadas exactas para gatillar desde lejos. No hubo desequilibrio. Ningún mano a mano sobresaliente que pusiera al local de cara al gol.
Lo de Tigres fue muy neutro en los primeros 45’. Apenas un par de cabezazos pasada la media hora de juego vía Vargas y Gignac comprometieron a un seguro David Ousted, el portero danés de muy buenos reflejos.
Sin embargo, la resistencia del Whitecaps tuvo un desliz en el complemento y esa hendija fue capitalizada por Tigres para poner las cosas en orden.
Primero, un centro de Gignac se desvió en la pierna de Waston y descolocó al eficiente Ousted. Luego llegó el gol de Vargas para darle el tiro de gracia a los canadienses. El 2-0 justificó, al final del día, la distancia entre un equipo y otro, y quien de los dos, está más dispuesto en llegar a la Final.