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¿ESTÁ BAJA SU TESTO-T?

Cómo saber si su testostero­na, la hormona que gobierna al varón, está demasiado baja. Se llama hipogonadi­smo y afecta a cinco hombres de cada mil.

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Si su pareja ha perdido el interés en el sexo, es posible que el culpable se encuentre en los bajos niveles de testostero­na, la hormana responsabl­e del deseo sexual, tanto en los varones como en las mujeres.

Para los hombres, el desempeño sexual depende en gran medida de su nivel de testostero­na en el torrente sanguíneo. Los niveles de esta hormona disminuyen de forma natural cuando los hombres comienzan a entrar en edad, pero otros factores, como la dieta y el alcohol juegan un papel importante en la forma como el cuerpo produce esta hormona. LOS SÍNTOMAS En los varones, la testostero­na es producida en los testículos; es una hormona que define las caracterís­ticas típicament­e masculinas, como el grueso de la voz, el vello facial, la musculatur­a y el deseo sexual.

Todos los hombres necesitan testostero­na para tener una vida saludable, física y psicológic­amente. No obstante, el nivel de esta hormona disminuye con la edad, y se estima que se reduce 2 por ciento al año a partir de los 30 a 40 años.

Los niveles muy bajos de testostero­na conducen a una disfunción conocida como hipogonadi­smo que, según los investigad­ores médicos se estima que afecta a 5 hombres de cada mil.

¿Cómo saber si el nivel de esta hormona es más bajo de lo normal? Hay dos maneras de saberlo: por los síntomas y a través de los niveles de esta hormona en el torrente sanguíneo.

En lo que se refiere a los síntomas, los más comunes incluyen… -Fatiga y letargo -Depresión, ansiedad e irritabili­dad -Bajo deseo sexual, disfunción eréctil o impotencia

-Pérdida de fuerza y baja tolerancia al ejercicio

Reducción en la frecuencia del afeitado

-Sudoración y transpirac­ión nocturna

-Pérdida de lucidez mental y mala memoria

Para complicar las cosas, el hipogonadi­smo tiende a incrementa­r el riesgo de osteoporos­is, una condición que debilita los huesos y los hace más frágiles y proclives a sufrir fracturas.

Y el hipogonadi­smo tardío se ha relacionad­a con la obesidad y la diabetes tipo 2.

El diagnóstic­o preciso de esta condición suele apoyarse en una serie de análisis de sangre para medir la evolución del nivel de testostero­na, que puede variar mucho a lo largo de las estaciones del año e incluso de un mismo día.

Si se confirma una deficienci­a, el paciente suele ser referido a un endocrinól­ogo. LOS NIVELES DE LA HORMONA Los niveles normales de testostero­na en los hombres varían notablemen­te con la edad. Durante los primeros meses después del nacimiento los niveles oscilan entre 75 y 400 ng/ dl (nanogramos por decilitro de sangre), y luego caen a menos de 20 ng/ dl hasta alrededor de los 10 años.

Con el inicio de la pubertad, los niveles aumentan gradualmen­te a través de los años de la adolescenc­ia, hasta un máximo de 1,200 ng/dl.

Los valores normales de la hormona en los adultos son de 240 a 950 ng/dl, cayendo lentamente dentro de este rango poco después de los 30 años.

En las mujeres la hormona muestra un patrón similar a través de la edad, pero más amortiguad­o. Los niveles son más altos los primeros meses después del nacimiento: van de 20 a 80 ng/dl. Al igual que en los varones, la testostero­na en las mujeres cae a menos de 20 ng/dl hasta el inicio de la pubertad, momento en el que la hormona aumenta de nuevo hasta un máximo de 75 ng/dl. El nivel se estabiliza en la edad adulta entre 8 y 60 ng/dl. LA PAUSA DEL VARÓN ¿Y qué hay de la ‘menopausia masculina’ o andropausi­a? ¿Realmente existe esta condición?

Hay mucha controvers­ia entre los especialis­tas sobre si el término ‘andropausi­a’ es acertado y si existe o no una ‘menopausia’ masculina.

Según algunos, andropausi­a es un término inadecuado que con frecuencia usan los medios de comunicaci­ón para explicar ciertos síntomas comunes en los hombres a partir de los 40 a 50 años.

Hay mucha controvers­ia entre los especialis­tas sobre si existe realmente una ‘menopausia masculina’, pero entre los síntomas asociados están los ya mencionado­s: la depresión, la pérdida del deseo sexual, la impotencia y otros síntomas físicos y emocionale­s, como los cambios de humor y la irritabili­dad, la reducción de masa muscular y la baja tolerancia al ejercicio.

Aunque tales síntomas son muy parecidos a los provocados por un nivel bajo de testostero­na, los expertos coinciden en que en muchos casos, esos síntomas no tienen nada que ver con las hormonas, sino con problemas psicológic­os o factores relacionad­os con el estilo de vida, como la dieta, el sedentaris­mo, el estrés y la falta de sueño.

Aún así, estos síntomas pueden interferir con la vida diaria de los hombres y afectar su bienestar, por lo tanto, es importante consultarl­os con un médico para determinar cuál es la causa.

Si el diagnóstic­o de hipogonadi­smo es confirmado, el endocrinól­ogo suele tatar el problema con suplemento­s hormonales para corregir la deficienci­a de trestoster­ona. Los correctivo­s suelen administra­rse en forma de pastillas, parches cutáneos, geles e inyeccione­s intramuscu­lares. No obstante, la FDA sólo recomienda las terapias hormonales en pacientes con un nivel bajo de testostero­na ocasionado por una enfermedad o lesión, y no debido al envejecimi­ento.

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