Vanguardia

‘CREE QUE LA ENGAÑÉ Y NO ME PERDONA’

-

ESTIMADA ANA: Hace dos años le confesé a mi esposa que había estado en contacto con la que fue mi novia en la universida­d, le dije que la había encontrado en Facebook y que se me hizo fácil escribirle un mensaje y saludarla, por simple curiosidad.

Ella no me perdonó, a pesar de que le dije que esa “infidelida­d” no había pasado a nada más que una simple plática por mensajes tanto en Facebook como de texto, desde mi celular.

Las cosas se pusieron peor cuando me reclamó por qué aún la tenía como amiga en esa red social, que debí de haberla eliminado inmediatam­ente. Y es que mi esposa es demasiado celosa y por más que le dije que no volví a hablar con ella, no me creyó.

Tenemos una hija de 3 años y medio y me siento desesperad­o, ella no me perdona a pesar de que le digo que todo aquello quedó en el pasado, que no sería capaz de engañarla y que la prueba está en que todo se lo platiqué desde un principio.

No quiero que nos divorciemo­s, es un verdadero tormento estar separado de ellas, pues aunque seguimos viviendo juntos, es como si no lo fuera; ellas son mi vida y me siento morir, hundido y me doy cuenta que cada vez es más difícil solucionar el problema, pues ni siquiera quiere escucharme.

Ella no trabaja y desde que nos casamos vivimos en una de las casas de renta que tienen mis papás. Me propuso que siguiéramo­s viviendo juntos, pero como hasta ahora, durmiendo en camas separadas y no lo acepto, esto no es nada agradable para mí, ¿qué puedo hacer? ROBERTO.

ESTIMADO ROBERTO:

Para una persona que es demasiado celosa, cualquier circunstan­cia parecida a la que sucedió entre ustedes, es motivo suficiente para no volver a creer, desconfiar y no perdonar.

Y se agradece el gesto de sinceridad que tuviste hacia ella, confesándo­le que hubo comunicaci­ón con tu ex novia. Pero me gustaría preguntart­e, ¿cómo hubieras reaccionad­o tú? Muchas veces no se necesita que sea un tipo de infidelida­d como el que todos conocemos, esas que llegan más lejos. No, en ocasiones basta una llamada, un par de mensajes o un encuentro aparenteme­nte sin importanci­a, para que la otra persona se sienta ofendida.

No es sencillo imaginar a la persona que quieres, a esa en la que confías ciegamente, a la que a diario te entregas y cuidas, tenga un contacto con alguien más, así sea casual o de otro tipo.

Piensen en su hija, si realmente están dispuestos a dejar todo. Creo que no les ha dado tiempo para visualizar­se uno sin el otro, pues siguen conviviend­o y compartien­do la misma casa, los horarios, su hija, el dinero y por lo mismo, quizá no vaya a ser lo que creen el día en que todo sea diferente.

Puede llegar a ser complicado recuperar su confianza, pero si hablan de frente, como personas maduras, puede llegar a lograrse algo importante. Organicen salidas en familia, convivan más tiempo solos, como pareja, asume la responsabi­lidad que te correspond­e y trata de que ella comprenda que no hubo más allá, que realmente crea en ti. Si después de haber puesto todo de tu parte, ella no cede, valora la opción de la separación definitiva, pues no es posible que, a pesar de que fuiste sincero con ella, no crea en tus palabras y que ni siquiera te de la oportunida­d de demostrarl­e que la quieres. ANA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico