‘FILOSOFÍA DEL QUIJOTE’
A lo largo de poco más de cuatro siglos, son miles los libros que se han escrito sobre El Quijote. Esto es rigurosamente cierto. Como también lo es que no han sido pocos los mexicanos que se han ocupado del tema, aunque nos han faltado grandes exponentes. Aun nuestros laureados autores que han escrito sobre la genial novela, no se han significado por ser reconocidos cervantistas. Incluso algunos de ellos, como Fernando del Paso, así lo han aceptado con humildad.
En realidad “el único cervantista de fuste que ha producido México”, se dijo algún tiempo en España, ha sido Francisco A. de Icaza, fallecido en 1925. Pero su obra infortunadamente es poco conocida en nuestro país, en razón de que la mayor parte de su vida transcurrió en Europa, principalmente en España.
Uno de los libros de autor mexicano sobre el inagotable tema del caballero manchego, de lectura imprescindible, es “Filosofía del Quijote” (284 págs.), escrito por el jurista y filósofo Agustín Basave Fernández del Valle (1923-2006). Fue publicado hace casi seis décadas, en 1959, y reeditado varias veces, como parte de la famosa colección Austral de la editorial Espasacalpe.
Pues bien, Basave se propuso en su libro estudiar primordialmente los aspectos axiológicos (los relativos a los valores) de El Quijote, con la ventaja de “que Cervantes –dice- empleaba la palabra valor en su sentido axiológico, próximo al sentido actual”. De hecho el subtítulo de su obra es: “Un estudio de antropología axiológica”.
El autor escribe al efecto lo siguiente: “Hasta ahora no se ha hecho –que yo sepa (dice Basave)- un estudio rigurosamente axiológico sobre El Quijote. Y sin embargo, toda la estructura de la novela parece descansar sobre la noción de valor”.
Interesante resulta señalar que al abundar en la justificación de su enfoque, el autor plantea: “Hasta ahora el Quijote se ha estudiado en su aspecto literario y filológico, que no es, precisamente, en el que más resplandece el genio de Cervantes”. Agrega que si bien resulta extraña a la intención del genial alcalaíno, “no por eso resulta injustificada una filosofía del Quijote”. Más todavía: sostiene que “aunque Cervantes no sea filósofo, lo cierto es que expresa artísticamente una profunda y peculiar visión del hombre”.
Planteada así la cuestión de fondo, Basave propone como tesis lo que él llama “el quijotismo”. Entiende éste como la “inserción de un sistema axiológico de ideales en el mundo real, mediante el esfuerzo humano” que, dice, “es una actitud vital muy propia de los pueblos hispánicos”, actitud que hace consistir en lo siguiente: “Lo que verdaderamente vale la pena para los hispanolocuentes, no es el éxito, sino el esfuerzo”. Tal es la actitud permanente de Don Quijote, misma que desde diferentes perspectivas analiza el autor a lo largo de los quince capítulos que componen su libro.
Aunque han pasado casi seis décadas de que vio la luz “Filosofía del Quijote” de Basave Fernández del Valle, aún sigue siendo de provecho su lectura. (94)