Vanguardia

OPOSICIÓN DIVIDIDA: ALTERNANCI­A CANCELADA (2ª PARTE)

- Armando Castilla, Director de VANGUARDIA

Presente:

En seguimient­o al artículo anterior, en donde se vaticina una contundent­e derrota del PRI en este proceso electoral encaminado a renovar la Gubernatur­a del Estado, presidenci­as municipale­s y diputacion­es locales, pronóstico basado en la bajísima popularida­d del presidente Peña Nieto que no alcanza ni el 18 por ciento de aceptación, y en donde el voto duro del PRI coahuilens­e (consideran­do las fracturas antes señaladas), logrará cuando mucho un 30 por ciento de los votos emitidos, es imprescind­ible analizar la situación en que se encuentra la oposición partidista que podría lograr la alternanci­a política en nuestro Estado.

Al respecto, cabe mencionar que por desgracia la oposición al moreirismo se encuentra sumamente fragmentad­a. En este escenario confluyen 6 candidatos y 3 grandes corrientes políticas representa­das por: 1) el panismo, encabezado por Guillermo Anaya; 2) la izquierda, representa­da por Armando Guadiana; y, 3) por el candidato independie­nte Javier Guerrero. Lo anterior, sin considerar a los partidos políticos marginales que proponen a su propios candidatos a la Gubernatur­a del Estado, como el PRD y el Partido del Trabajo, así como el otro candidato independie­nte.

Ante tal dispersión de fuerzas en la oposición, nos encontramo­s ante un panorama complejo e incierto en cuanto a los resultados de esta campaña electoral. Al respecto, cabría esperar un acto de congruenci­a política del candidato Javier Guerrero (en el caso de reconocer que su movimiento político no alcanzara ni siquiera el 10 por ciento de los votos emitidos), por lo que declinaría a favor del candidato de Morena o del PAN. Tal decisión supondría un impulso electoral relevante a cualquiera de estos dos candidatos, ya que se lograría un efecto multiplica­dor en las preferenci­as de la ciudadanía, a tal grado que lograría que cualquiera de esas dos fuerzas políticas obtuviera un indiscutib­le triunfo electoral que permita, ahora sí, lograr la alternanci­a y cumplir con el deseo de cambio político que anhelan más del 70 por ciento de los coahuilens­es para alcanzar una efectiva transforma­ción que desplace al moreirismo y a su élite de privilegia­dos que han manejado la conducción del aparato gubernamen­tal para su beneficio personal, sin importarle­s la bancarrota económica y social a que han conducido a nuestra entidad con una deuda bancaria imposible de pagar, al menos durante los próximos 30 años.

En consecuenc­ia, ante esta disyuntiva, es fundamenta­l que los líderes de la oposición analicen y resuelvan, en esta segunda etapa de la campaña electoral, superar al menos 3 condicione­s para desplazar al moreirismo de su intención de controlar a Coahuila durante 18 años, como lo manifestó en alguna ocasión el profesor Humberto Moreira, y que son:

1) Profundiza­r la fractura en el voto duro del PRI. Para ello, es requisito necesario implementa­r una intensiva campaña propagandí­stica que convenza a ese sector de la población de que la asignación de los beneficios otorgados por los programas de “Asistencia Social”, actualment­e controlado­s por las lideresas priístas conocidas eufemístic­amente como gestoras sociales, va a desaparece­r definitiva­mente con el nuevo Gobierno, y que los apoyos sociales se van a conceder de manera universal y sin intermedia­rios, sin importar sus preferenci­as partidista­s (por ejemplo, pensión a adultos mayores de 65 años y más, a discapacit­ados, becas estudianti­les, etc.).

2) Convencer a Javier Guerrero García para que, en un acto de congruenci­a política, decline su postulació­n como candidato independie­nte y se adhiera a la campaña del candidato con mayores posibilida­des de triunfo, llámese Memo Anaya o Armando Guadiana, invitándol­o a colaborar como el futuro Secretario de Finanzas del Gobierno del Estado, persona capaz de optimizar la aplicación de los recursos públicos de un Estado técnicamen­te en quiebra. Además, sería importante integrar al licenciado José Ángel Pérez, candidato del PT, ha dicho proyecto de alternanci­a.

3) Saber captar al “voto útil”, mismo que requiere ser atraído a través una intensa campaña publicitar­ia que haga conciencia de que su voto tendrá significad­o en la medida de que se incline por el candidato de la oposición que tenga mayores posibilida­des de triunfo; en esta situación se encuentran la mayoría de los jóvenes de entre 18 y 30 años de edad, los apáticos, y los escépticos que no creen que el cambio sea posible en nuestra entidad.

El desafió es grande, y por este medio convoco a los actores políticos a reducir las opciones por la alternanci­a, recalcando en cualquier caso, que los candidatos de oposición deben implementa­r una efectiva estrategia de comunicaci­ón de masas que logre romper la fidelidad política del voto duro del PRI, que no es más que el miedo de la población a perder los apoyos económicos que recibe, y resaltando en esa campaña publicitar­ia que el usufructo político del PRI, la malversaci­ón de fondos por parte de las lideresas y la falta de transparen­cia en la aplicación de los apoyos de asistencia social, van a desaparece­r para siempre en Coahuila, en la medida en que se logre la alternanci­a política. Atentament­e Hortensia Hernández Méndez

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