Mujeres de entre 50 y 70 años sufren más de cáncer de ovario
El cáncer de ovario se desarrolla usualmente entre los 50 y 70 años, aunque se tienen registros en mujeres más jóvenes y se considera el tercer cáncer más frecuente del aparato reproductor.
Entre los factores de riesgo para el cáncer ovárico, sobresalen los antecedentes familiares, hereditarios, la obesidad y el consumo indiscriminado de alcohol y tabaco.
En cambio, la ligadura de las trompas de falopio y la lactancia, pueden incidir positivamente para evitar esta enfermedad.
El cáncer de ovario se le conoce como “el asesino silencioso”, ya que los síntomas que revelan su presencia son muy sutiles y pueden ser confundidos con molestias habituales, explica la oncóloga Rosa Gloria Nájera Hernández, de la Unidad Medicina de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 89, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien recomienda estar al tanto de alteraciones en la salud.
Son 10 los principales síntomas que revelan la posible formación de tumor en los ovarios, la encabeza un dolor abdominal y en área pélvica que es diferente al menstrual o el provocado por indigestión.
Cuando los gases y las náuseas son persistentes, puede ser atribuible a manifestaciones de un cáncer, así como la pérdida repentina de apetito, en consideración a que este padecimiento afecta el metabolismo.
Presentar distensión abdominal, aumentar la frecuencia para orinar y sentirse lleno rápidamente, también deben tomarse en cuenta, afirma el especialista, quien destaca que el estreñimiento y la diarrea, el dolor lumbar, pérdida repentina de peso sin realizar ejercicio o estar a dieta y sangrado vaginal, son motivos por lo que se debe acudir de inmediato al médico para que realice los estudios pertinentes.
La especialista explica que las mujeres tienen dos ovarios que están en la pelvis y se comunican con el resto del aparato reproduc- tor femenino por las trompas. Su principal función es la reproducción y supeditada a ésta la producción de hormonas.
Los ovarios tienen un recubrimiento formado por células epiteliales, y cuando éstas llegan a transformarse en malignas surge la inmensa mayoría de los cánceres.
Usualmente la extirpación de los ovarios es la única manera de combatirlo y se estima que en sus primeras fases tiene un alto porcentaje de posibilidad de ser curable.
Este tipo de cáncer, aunque en el mayor de los casos mortal, si no se detecta a tiempo, es menos frecuente que el de mama, rubro en el que la entidad se coloca entre los estados con más muertes.