POR EL ORGULLO Y LAS SEMIFINALES

LOS TIGRES BUSCARÁN COBRAR VENGANZA ANTE LOS RAYADOS EN LA LIGUILLA, DONDE LA PANDILLA SIEMPRE LOS HA ELIMINADO CUANDO CHOCAN, PERO HOY LOS FELINOS LLEGAN MEJOR

MONTERREY.- Rayados no quería toparse con Tigres en el arranque de la Liguilla, pero el destino se lo puso ahí, en el primer escalón rumbo al título, como hace exactamente un año atrás.

El propio técnico Antonio Mohamed había reconocido en las últimas semanas que prefería cualquier adversario en los Cuartos de Final, menos a Tigres. “No quiero enfrentármelos porque es un rival de mucha jerarquía”, dijo.

Lo cierto es que la combinación de resultados de la última jornada le ha abierto la puerta a un Clásico impensado, sobre todo porque muchos dudaban de las posibilidades de Tigres de llegar al selecto grupo de los ocho.

Sin embargo, el estridente cierre que ha tenido el equipo felino lo ha convertido no sólo en un rival de cuidado, sino en un serio candidato al título.

Tigres ha ganado cuatro de los últimos cinco juegos y ha anotado nada menos que 15 goles, por lo que llega a la Liguilla en estado puro, con el ánimo renovado, con un futbol sólido y con la pólvora en su punto justo.

Hoy a las 19:30, en un caótico horario para el arribo de más de 43 mil aficionados, el estadio Universitario será sede de una nueva versión del Clásico en postemporada, donde históricamente en estas instancias, Rayados siempre ha salido mejor parado.

De hecho, en el Clausura 2016, el Monterrey eliminó a Tigres de la Liguilla con un global de 4-3 en la serie, después de ganar 3-1 en el Universitario y caer 2-1 en el BBVA Bancomer.

Pero antes ya había cumplido con el mismo objetivo en el Clausura 2003 (Semifinales, global 5-3); en el Apertura 2005 (Semifinales, global 2-2 y avanzó Rayados por mejor posición); y en el Clausura 2013 (Cuartos, global 2-1). Será la quinta vez que se enfrentarán en una Liguilla y Tigres tendrá una nueva oportunidad de tomarse una tardía revancha.

Y futbolísticamente parece llegar mejor. Luego de perder, precisamente el último Clásico de Liga (1-0) y la Final de la Concachampions, Tigres se reinventó. O mejor dicho, ganó en efectividad, la misma que no tuvo en casi toda la fase regular.

Rayados, en cambio, se ha despresurizado en las últimas jornadas. Viene de perder los dos últimos dos juegos y su futbol ha tenido una singular fuga de poder, sobre todo su ataque, su principal arma y de la cual depende en su totalidad su ofensivo estilo.

Tigres y Rayados o viceversa, se juegan más que el orgullo en este choque, por si algo le faltaba a un Clásico de por sí extraordinario.