SINTOMATOLOGÍA
Dolor muscular: es el principal síntoma de la enfermedad, suele ser difuso e inespecífico afectando distintas partes del cuerpo, pudiendo prolongarse durante más de tres meses.
Rigidez: se presenta en músculos y articulaciones principalmente al levantarse por las mañanas o al permanecer sentados durantes largos periodos. Sensibilidad al tacto: puede ser producido por el más mínimo roce o golpe, cuya sensación de dolor se prolonga más tiempo que en una persona sana. Sensibilidad medioambiental: la exposición al humo del cigarrillo, ruidos fuertes, limpiadores químicos o luces brillantes pueden empeorar la sensibilidad del paciente. Dolor de cabeza crónico:
ocasionado por la rigidez de los músculos, expandiéndose por la espalda, hombros y cuello. Trastornos del sueño: dificultad para conciliar el sueño o despertarse en medio de la noche son síntomas frecuentes que además traen como consecuencia el agotamiento por los bajos niveles de energía. Fatiga y cansancio: aparecen al realizar poco esfuerzo o ninguno, también ocasionados a la falta de sueño.
Deterioro cognitivo: ocasionando que la persona procese la información con dificultad, pérdida de memoria a corto plazo, poca concentración o problemas para expresarse verbalmente de forma adecuada.