Vanguardia

'TRABAJO Y ADEMÁS CUIDO A MIS NIETOS'

-

ESTIMADA ANA: Primeramen­te te saludo esperando te encuentres súper bien y gracias por leer mi carta. Te escribo porque siento la necesidad de contarle a alguien por lo que estoy pasando.

Tengo 55 años, soy viuda y desde los 17 años soy independie­nte económicam­ente hablando, siempre he trabajado, me casé a los 18 y tuve cuatro hijas. Cuando ellas estaban chicas, siempre tuve quién me ayudara en el hogar y mi esposo y yo nos encargábam­os de ellas, como te decía, siempre he trabajado, primero como empleada y desde hace 30 años en un negocio propio. En mi casa, viven conmigo dos hijas, una soltera y otra casada, pues ella y su esposo están apenas construyen­do su casa. Ellos tienen dos bebés, gemelitos.

Mi hija mayor tiene dos hijos y como su trabajo es muy absorbente, le ayudo con su niña de tres años por las tardes, la recojo de su escuelita a las tres de la tarde y ya en casa también le ayudo a mi otra hija con los dos bebés, pues ella y su esposo casi a diario tienen compromiso­s, cine, amigos, ir al gimnasio, etc.

A diario termino mi día a las 9 o 10 de la noche y la verdad a esa hora ya no tengo ganas de ver los pendientes de mi trabajo, pues sigo con los quehaceres de la casa.

Últimament­e en mi negocio no me ha ido muy bien, aunque trabajan conmigo dos de mis hijas, no le echan todas las ganas y a mi me falta tiempo para atender todos los pendientes y me siento contra la pared, pues por una parte amo a mis nietos y los disfruto mucho, pero por otra, también amo mi trabajo, lo que hago me apasiona. Si mi esposo viviera, ya me habría regañado. A veces no me alcanza el tiempo para ir a visitar a mis padres que, bendito Dios, aún los tengo, solo voy unos dos días a la semana y eso que viven cerca de mi casa.

Ana, esta carta es un desahogo, pues me canso mucho y no estoy haciendo mi trabajo como debería y pienso que necesito aprovechar que aún puedo trabajar, pero por otra parte están mis hermosos nietos.

Lo que son las cosas, con mis hijas nunca dejé de trabajar y ahora con mis nietos, sí. A veces me siento egoísta al pensar así. Gracias por leer el este escrito y por tu opinión, saludos. Atentament­e, ANGÉLICA

ESTIMADA ANGÉLICA:

La saludo con mucho gusto. Hablar de ese tema que en estos tiempos se ha convertido en, digamos, algo “escabroso”, pues están las diferentes opiniones y puntos de vista.

Antes, el papel de los abuelos era muy distinto. A su casa se iba a comer los fines de semana, a jugar con los primos, a alguna celebració­n especial o simplement­e a acompañarl­os, jamás, salvo ciertas excepcione­s su papel fue el de hacerse cargo de los nietos. Hoy, parece ser al revés.

Nadie le puede decir qué sentir o qué hacer, es usted la única que puede distinguir entre un abuso por parte de sus hijos o en simplement­e darse el gusto, querer hacerlo, pero nunca dejar de hacer lo que usted realmente disfruta y hace por su desarrollo personal, profesiona­l y económico. Le envío un cordial y muy afectuoso saludo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico