‘Tú Gobiernas’
es electo gobernador? hay opiniones espeluznantes, como la de Javier Guerrero que asevera que… “Recordemos que los tiempos de pago pactados a espaldas de los coahuilenses marcan un finiquito hasta 2040…es posible reducir el endeudamiento hasta un 30 por ciento”, o sea, prácticamente el futuro de Coahuila estaría cancelado, quizá interpreto mal, no soy economista, pero quiere decir Javier que la mega deuda se estaría pagando hasta el 2040. Guillermo Anaya indica que no se contratará más deuda y negociará con los bancos para disminuir los intereses, mas no señala el monto al que podría ascender ésta al terminar su sexenio. Por su parte Armando Guadiana se compromete a no incrementar la deuda pública y buscar mejores términos de renegociación, e incluso no descarta la posibilidad de conseguir quitas y establece que al concluir su mandato, la deuda “sería menos de la mitad del monto actual”. Miguel Riquelme aduce que al concluir su sexenio la deuda debería ser mucho menor, lo cual no dice nada. No deja de ser sorprendente que la primera comadre, Mary Telma Guajardo, se dé el lujo de no responder, pero no sólo no presentó respuesta a este tema, a ninguna envió respuesta, ¿qué le pasa a la candidata de las mujeres, será que las preguntas son complejas y no sabe qué responder? José Ángel Pérez propone gestionar recursos federales que induzcan anualmente una disminución gradual de la deuda, ahorrar intereses y terminar con una deuda que llegue a la mitad del monto actual. Por su parte Luis Horacio Salinas establece que en 2023 la deuda será de 26 mil millones de pesos gracias a la transparencia por incrementos al pago de capital y por disminución del pago de intereses. Es difícil creer en algunas de las propuestas de los candidatos en este tema crucial en el que está en juego el bienestar y el desarrollo económico y social del futuro inmediato de esta entidad, lo que resulta evidente es que será inevitable para el próximo gobernador introducir en las finanzas públicas un programa férreo de austeridad republicana que contemple, al menos, la disminución de un 50 por ciento del sueldo del gobernador y de los funcionarios del primero y segundo nivel, así como el establecimiento de medidas de ahorro firmes en el ejercicio del gasto del Gobierno, tanto del gasto corriente como del de inversión. Por desgracia, los ciudadanos estamos acostumbrados a que en las campañas se nos promete todo lo que sea necesario, el problema es que a la hora de gobernar, los funcionarios hacen exactamente lo que les viene en gana y el moreirato es un buen ejemplo, no obstante, ahora contamos con compromisos explícitos de los candidatos plasmados en las páginas de “Tú Gobiernas” y en los dos debates en los que bien o mal expusieron sus proyectos de gobierno, así que tenemos muchos elementos para exigir que cumplan.