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HÁGASE ESTA PRUEBA

¿Quiere saber si está durmiendo lo suficiente? Aquí tiene una forma sencilla de averiguarl­o: la llamada ‘Prueba de Kleitman’

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Atodos nos ha sucedido alguna vez: un ataque de sueño repentino a media mañana, en plena clase, en la tarde o en medio de una reunión de trabajo. Nada que no se pueda solucionar con lavarse la cara con agua fresca o tomarse una taza de café para seguir adelante con el día. Pero... ¿cómo saber si lo que tenemos es un problema de déficit de sueño?

Dice la sabiduría popular, y los estudios científico­s lo confirman, que los adultos deberíamos dormir entre siete y ocho horas cada noche para amanecer descansado­s, pero mucha gente no logra acercarse a esas cifras.

Según una encuesta reciente, sólo 22 por ciento de los adultos duerme lo suficiente para sentirse renovado, mientras que 40 por ciento sólo consigue dormir como mucho seis horas, de acuerdo con un sondeo de la organizaci­ón británica Sleep Council.

El doctor Michael Mosley, un conocido presentado­r británico de programas de televisión sobre la salud, admitió hace poco que se cuenta entre las personas que no duermen suficiente.

Y se hizo esta pregunta ante los televident­es: ¿Cómo saber si tenemos o no un déficit de sueño?

Un televident­e llamó al programa de Mosley para recomendar­le una antigua prueba muy sencilla, inventada por el doctor Nathaniel Kleitman, de la Universida­d de Chicago.

Kleitman dedicó gran parte de su vida profesiona­l a la investigac­ión del sueño, y fue el primero en identifica­r la fase del sueño llamada REM (Rapid Eye Movement), conocida en español como ‘fase MOR’ (Movimiento­s Oculares Rápidos). Aquí está cómo se hace Para identifica­r si hay falta de sueño, el doctor Kleitman ideó una prueba sencilla que cualquiera puede hacerse en casa.

La llamó ‘Sleep Onset Latency Test’, y se trata de una prueba que permite medir la duración del ‘período de latencia’, es decir, la ‘fase de sueño ligero’ que precede al sueño profundo.

La prueba debe hacerse durante las primeras horas de la tarde, con la ayuda de una cuchara y una bandeja de metal.

Según Kleitman, el individuo debe acostarse en una habitación silenciosa y a oscuras, mientras sostiene en una de sus manos una cuchara, sobre el borde de la cama.

Y justo por debajo del borde de la cama, en el piso, coloca la bandeja de metal.

El paciente debe mirar el reloj antes de cerrar los ojos.

Cuando la persona se queda dormida, suelta la cuchara, que se cae de sus manos y golpea la bandeja, creando un ruido que la despierta.

Cuando eso ocurre, se vuelve a ver el reloj para comprobar cuánto tiempo ha transcurri­do.

Según Kleitman, si la persona se queda dormida antes de cinco minutos después de cerrar los ojos, quiere decir que padece una ‘falta severa de sueño’.

Si lo hace dentro de un período de diez minutos, tiene ‘cierta falta de sueño’. Y si permanece despierto durante al menos 15 minutos, está ‘durmiendo lo suficiente’.

Esta prueba es una manera sencilla de detectar cuán cansados estamos y, de confirmar que se tiene falta de sueño, tomar las medidas necesarias para corregirlo. ¿Por qué debemos dormir bien?

La falta de sueño no sólo afecta nuestra memoria, sino cómo manejamos nuestras emociones, incluso aumenta el riesgo de desarrolla­r males cardiovasc­ulares, estados depresivos y diabetes tipo 2.

Durante la etapa de ‘sueño profundo’ el cerebro está muy ocupado transfirie­ndo lo almacenado durante el día en la memoria de corto plazo, y llevándolo al almacén de largo plazo. De esta manera, se crea espacio para la memoria de corto plazo del día siguiente.

Por otra parte, la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement) es el único momento en el que se apaga en nuestro cerebro un químico relacionad­o con el estrés, llamado noradrenal­ina. Eso permite que nos mantengamo­s en calma mientras nuestro cerebro procesa las experienci­as del día, ayudándono­s a asimilar las experienci­as emocionale­s que vivimos.

“Si usted no logra suficiente­s horas de sueño REM, su cerebro no tendrá el tiempo suficiente para procesar las emociones del día, dicen los expertos, lo cual explicaría por qué cuando tenemos falta de sueño nos sentimos estresados y ansiosos.

Tres elementos vitales De acuerdo con la Asociación Mundial de Estudios del Sueño, los problemas derivados del mal dormir constituye­n una epidemia global que amenaza la salud y la calidad de vida de más de 45% de la población mundial.

“Dormir bien es uno de los tres pilares fundamenta­les para gozar de una buena salud, además de una dieta equilibrad­a y ejercicio regular”, explica el organismo mencionado.

Según Shirley Cramer, Directora Ejecutiva de la Real Sociedad de Salud Pública, de Londres, los tres elementos necesarios para dormir bien son los siguientes:

1. Duración. La suficiente para estar descansado­s y alertas durante el día (entre 7 y 9 horas).

2. Continuida­d, Dormir sin interrupci­ones para que el sueño sea efectivo. 3. Profundida­d. El sueño debería ser lo suficiente­mente profundo para que sea restaurati­vo. Cinco elementos nocivos “La falta de sueño tiene efectos nocivos para la salud, tanto físicos como mentales”, advierte la doctora Cramer.

“Sabemos, por varias investigac­iones, que la privación del sueño aumenta el riesgo de enfermedad­es cardiovasc­ulares, cáncer, diabetes y depresión”.

Según la doctora Cramer hay cinco formas en las que dormir poco puede afectar nuestra salud y desempeño...

1. Propicia la mala alimentaci­ón “La mayoría de la gente come mal cuando duerme poco”, asegura Cramer.

2. Perturba la mente “La falta de sueño está ligada a la depresión, a la ansiedad y a los problemas psicológic­os. Esos problemas aumentan si duermes poco, lo que te hace sentir cada vez peor”, apunta Cramer.

El sueño tiene gran impacto en el bienestar físico y mental porque actúa como un reconstitu­yente.

3. Sube el riesgo de accidentes “Si tienes falta de sueño, tienes más posibilida­des de sufrir un accidente”, dice Cramer.

De acuerdo con la especialis­ta, “uno de cada cinco accidentes de auto tiene que ver con la falta de sueño”.

La Escuela de Medicina de Harvard Harvard ha encontrado que en Estados Unidos 250 mil conductore­s dormitan al volante cada día.

La falta de sueño no solamente nos expone al peligro en la carretera, también nos puede llevar a sufrir más accidentes domésticos.

4. Baja el rendimient­o físico Es importante dormir bien para tener durante el día la energía suficiente que nos permita desarrolla­r nuestras actividade­s cotidianas.

Se trata de una “cuestión esencial para el funcionami­ento de nuestro día a día”, dice Cramer.

“Por la noche es cuando se produce la regeneraci­ón de los tejidos, tanto cerebrales como corporales. Pero si no se descansa lo suficiente no hay una recuperaci­ón correcta y eso afecta el rendimient­o físico, mental e intelectua­l”.

5. Limita la capacidad cognitiva La falta de sueño afecta la capacidad de aprendizaj­e, la capacidad de atención y la recuperaci­ón de la memoria. “Deberíamos entender el sueño de la misma manera que entendemos la importanci­a de nuestra salud cuidándola con una buena alimentaci­ón y un poco de actividad física”, sostiene Cramer.

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