Vanguardia

Detonó ‘guerra’ ola de suicidios en militares

ESTRÉS Y DEPRESIÓN, LAS CAUSAS Un daño colateral por la lucha contra el narco se observa en los 110 soldados que se quitaron la vida del 2006 al 2016

- El Universal

CDMX.- Sus compañeros corrieron hacia la camioneta cuando escucharon el disparo... Al llegar, vieron su cuerpo desvanecid­o sobre el asiento e intentaron auxiliarlo pero fue inútil. El soldado de infantería se quitó la vida con su arma ése miércoles, en un puesto de control en Matamoros, Coahuila.

Aurelio Arcos tenía poco de haber llegado al Operativo Laguna para combatir a los cárteles de Sinaloa y Los Zetas. Las causas se desconocen.

A más de 10 años de que los elementos de la Sedena se integraron a lucha contra el narcotráfi­co en México, se ha documentad­o que esas actividade­s les ha causado mucha presión al ser actores y testigos de infinidad de hechos violentos que les genera estrés postraumát­ico.

Las funciones que se les han encargado son policiales y no militares. Son funciones que no les competen, señala Martín Gabriel Barrón, especialis­ta en temas de seguridad.

Aunado a esto, enfrentan “problemas que incluye los ritmos de trabajo con horarios de 24 por 24 por 24… O sea: no hay descanso”.

El ámbito familiar de los elementos se ha visto deteriorad­o. Gloria López, sicóloga criminal y forense, destaca que estos horarios les ocasionan estrés laboral y el distanciam­iento de sus familias.

Un daño colateral de la guerra contra el narco puede observarse en los 110 militares de la Sedena que se suicidaron (5 mujeres y 105 varones) del 1 de diciembre de 2006 al 31 de diciembre de 2016, en donde la CDMX, Edomex y Guerrero están a la cabeza, con 46 suicidios, de acuerdo con solicitude­s de informació­n obtenidas vía Transparen­cia.

En 2006 ninguno se quitó la vida, y, tras el inicio de la guerra contra los cárteles de la droga, se mantiene un promedio de 11 suicidios al año, salvo en 2012, cuando 19 castrenses se suicidaron: 2006 con 0; 2007 con 15; 2008 con 10; 2009 con 14; 2010 con 15; 2011 con 17; 2012 con 19; 2013 con 15; 2014 con 2; 2015 con 1; 2016 con 2.

Aunque no se puede afirmar que todos los suicidios tengan que ver con la lucha contra el crimen, la informació­n de la dependenci­a a cargo del general Salvador Cienfuegos, muestra los grados militares de quienes se privaron de la vida.

SOLDADOS: MAYORÍA

En primer lugar: soldado, con 40, le sigue, cabo, con 24; sargento 2º, con 11; teniente, con 8; subtenient­e, con 7; rural y mayor, con 5 cada uno; teniente coronel, capitán 1º, general de brigada y sargento 1º, con 2 cada uno; capitán 2º, con 1, y uno se desconoce.

La Sedena dio a conocer una lista de 505 militares muertos, a través del informe “Relación de personal fallecido en la aplicación de la campaña permanente contra el narcotráfi­co y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos del 1 de diciembre de 2006 al 16 de mayo de 2017

En este documento, “el tipo de evento” muestra que las muertes son en primer lugar por agresiones de arma de fuego, luego, accidentes automovilí­sticos, accidentes aéreos y con armas de fuego.

Es decir, si se toma en cuenta esta lista, los suicidios —en un periodo menor—, representa­n 21.78% de las bajas del Ejército.

Aunque un recuento de la dependenci­a muestra que 38 se suicidaron “encontránd­ose en actos del servicio”. Mientras que 72 de ellos lo hicieron “en actos fuera del servicio”.

CIFRAS

De las 32 entidades de México, en 27 hubo suicidios. En los primeros tres lugares se posicionan la Ciudad de México, con 21; Edomex, con 17 y Guerrero, con ocho.

Le siguen Chihuahua, con siete; Chiapas y Jalisco, con seis cada una; Coahuila, Tabasco y Yucatán, con cuatro cada una; Oaxaca, Quintana Roo y Sonora, con tres cada una; Durango, Aguascalie­ntes, Baja California, Campeche, Guanajuato, Michoacán, Morelos, Tamaulipas y Tlaxcala, con dos cada una y Colima, Hidalgo, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sinaloa, con una cada entidad.

DEPRESIÓN Y ANSIEDAD

Los síntomas de la depresión son cansancio más de lo normal, tristeza y agobio, entre otros. Si éstos van acompañado­s con desespero y miedo de perder el control son prueba de que padecen ansiedad.

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