‘EN BUSCA DE LA REALIDAD’
Más que un artista, el autor se considera un pintor en camino hacia lograr una técnica realista trabajada, de ahí el nombre de su muestra.
El restaurant-bar Bunker dio apertura a su nueva etapa como espacio de exhibición para los artistas locales con “En busca de la realidad” exposición de Michael Boutchardt en la que muestra su búsqueda por el realismo perfecto.
La exposición inaugurada el pasado jueves cuenta con 15 piezas al óleo en las que figuran desde personajes populares de la cultura pop -películas, series y cómics, deportistas- hasta personas comunes en fotos que él simplemente ha querido replicar.
Todas sus obras buscan ser un paso más hacia una buena técnica del realismo, misma que conoció mientras estudiaba la licenciatura en Diseño Gráfico en la Escuela de Artes Plásticas “Rubén Herrera”, aunque el gusto por crear le viene desde que era un niño, cuando replicaba las escenas de sus cómics favoritos.
“En la clase de Historia del Arte vimos la pintura de Miguel Ángel Caravaggio, que es a quien más admiro y fue el primer exponente del barroco; me gustó porque usaba la técnica del claroscuro y buscaba que sus colores fueran más apegados a la realidad”, explicó Boutchardt a VANGUARDIA durante la noche de la inauguración.
El gusto por el realismo se afianzó en él luego de asistir a una muestra de realistas e hiperrealistas contemporáneos en Madrid, momento en el que además de comenzar a perseguir el uso de colores de Caravaggio, se dio cuenta de lo útil que le podían ser los conocimientos en el primer tipo de arte al que se sintió apegado: el graffiti.
“Me sirvió mucho para familiarizarme con los colores: cómo mezclarlos, cómo hacerlos, cómo aprovechar cada uno con el graffiti para que si es muy bueno lo admiran y si es malo, aunque tenga un buen concepto, se considera como un mugrero, entonces en el realismo como en el graffiti, tienes que ser bueno para que la pintura luzca”, explicó el pintor.
Esto porque reconoce que en la actualidad el realismo está visto como una escolástica poco innovadora y cautiva en un grado académico que no da paso a la libertad de las ideas, por lo que se valora más el arte conceptual o minimalista.
“Lo demeritan porque dicen que le faltan ideas, pero para mí es muy importante la técnica, de ahí mi gusto por Caravaggio. El realismo es algo que puedes evaluar y comparar prácticamente con sólo verlo aunque no sepa de arte, en cambio la pintura conceptual, la abstracta y la minimalista me parece algo sólo para cierto sector que dice saber sobre pintura”, aseguró.
Sin embargo él considera igual de valioso el tiempo que se dedica a desarrollar una buena técnica y los años de experiencia que toma lograrlo, admitiendo que él aún tiene trabajo por delante, motivo por el que la muestra recibe este nombre. “Tengo fascinación por pintores como Robin Eley o Alyssa Monks. Por lo pronto trabajaré en tratar de igualar los colores de la realidad, porque en mi práctica busco llegar a un punto en el que no pueda distinguirse si se trata de una pintura o una fotografía”, finalizó.