Niega el Fiscal de EU tener nexos con Rusia
COMPARECE EN EL SENADO ‘No recuerdo eso’ fue la respuesta más repetida de Jeff Sessions a las preguntas de los legisladores demócratas que buscaban nueva información
WASHINGTON.- El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, negó cualquier relación con Rusia y la trama de conspiración para interferir en las elecciones presidenciales, algo que consideró “una mentira abominable y detestable”, y esquivó detallar las conversaciones mantenidas con el presidente Donald Trump sobre la destitución del exdirector del FBI, James Comey.
Durante las tres horas que duró su comparecencia ante el Comité de Inteligencia del Senado, Sessions desacreditó todas las acusaciones que se le han hecho sobre su implicación en el caso de la trama rusa que podría acabar con su carrera.
“Nunca me he reunido ni he conversado con un funcionario ruso o de algún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de EU”, dijo en su declaración inicial, negando haber sostenido cualquier tipo de discusión con alguna persona sobre “cualquier tipo de injerencia” en las elecciones.
Para el Fiscal general, que jugó a la defensiva la mayoría del tiempo, todas las acusaciones en su contra son “insinuaciones”. Sessions pareció en muchos momentos sufrir de una amnesia oportuna. “No recuerdo eso” fue la respuesta más repetida, especialmente a las preguntas de los senadores demócratas que trataron de sonsacarle nueva información.
Nunca me he reunido ni he conversado con un funcionario ruso o de algún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de EU”. Jeff Sessions, fiscal general de Estados Unidos.
Especialmente olvidadizo fue cuando se le preguntó sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, o cualquier emisario del Kremlin.
Rechazó de forma directa informar de las conversaciones con Trump que derivaron en la destitución de Comey, por ahora quien más ha ayudado en conocer los entresijos del Rusiagate.
Por momentos, incluso pareció que a Sessions no le importara el Rusiagate y las implicaciones que tendría en las últimas elecciones celebradas. Escudándose en su “inhibición” del caso –algo que dijo haber hecho por “normativa” y no para “defender su honor ante falsas y injuriosas alegaciones”–, el Fiscal general aseguró no haber visto nada de la investigación.
“No estoy tratando de evadir o obstruir”, enfatizó en más de una ocasión. “Creo que la gente está harta del obstruccionismo. Los estadounidenses no quieren escuchar que las preguntas relevantes son privilegiadas o fuera de límites”, le dijo el senador demócrata Ron Wyden.
La comparecencia se produjo en la misma jornada en que surgieron versiones de que el presidente Trump estaría pensando en destituir al fiscal especial que investiga el Rusiagate, el exdirector del FBI, Robert Mueller, para cerrar definitivamente las pesquisas. Sin embargo, el vicefiscal general y jefe directo de Mueller, Rod Rosenstein, juró ante el Congreso que mientras se mantenga en el puesto no le va a despedir “hasta que no tenga una buena razón”.