Ranchos, pueblos y villas
Son muchos ojos que captan bellezas cercanas.
Las recogen digitalmente y las colocan en un muro. La gente feisbuquera (léase: de Facebook) se encuentra con una sorpresiva colección de fotos inspiradoras. Todas son de un estado mágico que se llama Coahuila (la palabra proviene de “quauitl”, náhuatl que significa árbol, y “la” que es un sufijo abundancial, interpretación que coincide con la de Melquiades Ballesteros, la cual es una de las más aceptadas en la actualidad: “Abundancia de árbol”).
El nombre del muro es “Ranchos, pueblos y villas de Coahuila”. Ves un hermoso pájaro rojo de la sierra de Zapalinamé. Admiras la verticalidad pétrea y agresiva en las rocas afiladas de La Muralla. El interior de gran decoro de esa escuela Miguel López cuya arquitectura cumple un siglo. Dos murales escondidos: la mujer con sarape en mano bajo el puente del bulevar y el de “Lucha Contra los Miedos” en una de las paredes del antiguo edificio de FNM.
Ahí está esa amplia escalinata de calle que sube hacia el cielo. Acá, el agua azulada corriente cerca de las raíces serpeantes y los troncos paquidérmicos de los árboles cercanos. Un atardecer en Palo Blanco o una galera de adobes en Torrecillas y Ramones. Majestuoso el lejano Cristo de las Galera, envuelto en el crepúsculo enrrojecido. Se asoma un viejo vagón de tren en el Callejón del Gato, en Saltillo. Sorprende, más abajo, un Ateneo envuelto en una misteriosa tonalidad rosa nocturna.
En este museo virtual descubres el amplio valle en las faldas del Picacho. Y las atractivas siluetas del lomerío, junto con pulcros jardines, en el ejido La Casita, de General Cepeda. Te encanta la serenidad del lago del parque Madero. ¿Y qué es esto convergente hacia el cielo? Es la chimenea de Nueva Rosita, tomada desde su base. No te privas del callejón del Carmen donde se inició Sabinas y aprendes con su apunte histórico.
Desde un dron, la foto panorámica del Tec de Saltillo es esplendorosa. Y también este muro mágico exhibe lo silvestre, puro como es el agostado de Anhelo en Ramos Arizpe, enriquecido de gobernadoras, pastos y cactáceas.
Podría continuar el paseo por estas miradas eternizadas en fotos compartidas por gente que une a su sensibilidad, su arte fotográfico y su amistosa generosidad. Tiene vida este muro. Constantemente se enriquece con nuevas aportaciones de ranchos, pueblos y villas de este estado mágico que es Coahuila, “Abundancia de árbol”…