Vanguardia

‘SOY FELIZ CON MI NUEVO CUERPO,CON MI NUEVA VIDA’

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ESTIMADA ANA:

Le escribo más que nada porque quiero desahogarm­e con alguien, pues no tengo verdaderas amigas en quien confiar. Tengo 20 años y desde que era adolescent­e comencé a aumentar de peso, comía a todas horas y todo tipo de comida, lo que se me antojaba, lo comía.

Desde entonces no faltó alguien, sobre todo las que decían que eran mis mejores amigas, que me decían frases hirientes. En ese momento yo no les decía nada pues eran mis amigas y nunca pensé que fueran mal intenciona­das.

Y hasta la fecha no sé con qué intención lo hacían, pero la cuestión es que pasaron algunos años y ahora me doy cuenta que aunque eran comentario­s bastante tontos, sí llegaron a afectarme. Así como pasaron los años, también seguí aumentando de peso, hasta llegar dos tallas más que mi mamá, que ya tiene 48 años.

Tengo muchos sentimient­os encontrado­s, siento mucho dolor al recordar lo que sufrí en esa etapa de la secundaria, en la que había días en que dejaba de comer y nadie se daba cuenta, ni siquiera mi mamá.

El año pasado comencé a cambiar un poco mis hábitos alimentici­os, dejé los refrescos de lado, las harinas no las volví a consumir y comencé con algo de ejercicio en la universida­d.

Hace algunas semanas me pesé, cosa que no había hecho en los últimos años y me sentí muy bien conmigo misma al ver que ya eran muchos los kilos que había logrado quitarme de encima, literal.

Bueno, lo que realmente quería platicarle es que me da mucho dolor que las personas hablen de mi peso, que me digan que me veo delgada o más gorda, me da coraje porque siento que no es algo que a ellos les importa.

Hace días llegó una tía a mi casa y me dice “¿cómo vas con la dieta?” y yo le contesté que estaba en mi peso, que únicamente era un par de kilos los que traía extras y que en todo caso, si estuviera gorda de nuevo no era algo que debería de importarle, que al final es mi cuerpo. Ella se atrevió a contestarm­e que las muchachas delgadas de ven más bonitas y más saludables. De

verdad que sus comentario­s fueron en un mal plan, me hizo sentir de lo peor y mejor fui a encerrarme a mi recámara.

No puede ser y no comprendo cómo es que sigue habiendo personas tan imprudente­s y sobe todo tan superficia­les que solo piensan en su apariencia, que no les importa juzgar a los demás sin importar si les hacen daño o no.

Quizá soy muy exagerada, pero así pienso y por lo tanto, decidí que no soy nadie para juzgarla a ella por su manera de ser, al contrario, sus comentario­s me hicieron ser más fuerte y decidí ser feliz con mi cuerpo porque es mío y además estoy saludable. Gracias por leerme.

MARU

ESTIAMDA MARU:

Bravo Maru, has tomado la mejor decisión de tu vida: ser feliz pese a lo que piensen o digan los demás. Tener esa madurez para darle la vuelta a la página y superar las adversidad­es es lo más grande que pudiste haber hecho.

Sigue adelante y siempre luchando por lo que quieres, eres una chica muy joven y en lo único que puedes pensar es en disfrutar la vida, te envío un gran abrazo y no olvides que los kilos no miden nuestra inteligenc­ia ni nuestra belleza, eres hermosa por dentro y por fuera.

ANA

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