Vanguardia

LA ‘CALIDAD’ ESPERADA

Aunque uno puede intentar no tomarse nada de lo que sucede en serio, esta cinta se empeña en ser mucho peor de lo que imaginamos

- CARLOS DÍAZ REYES

Tranquilo, relájate, no pienses. Deja de preocupart­e por los malos efectos especiales, la trama sin sentido, los chistes vulgares y las mujeres tratadas como objetos sexuales que se mueven en cámara lenta cuando corren. Recuerda, sobre todas las cosas, que estás viendo una película basada en la serie de televisión “Baywatch” (“Guardianes de la Bahía”). Así que, ¿qué puedes esperar? El material en el que se inspira ya era malo, así que no podemos ponernos muy exigentes. Sería ridículo. Pero esta cinta no se esfuerza en lo más mínimo, lo tienes que saber. Así que si de hacer una mala película se trataba, lo han logrado. Buen trabajo, este homenaje al programa de Pamela Anderson y David Hasselhoff triunfa en retratar ridículas aventuras en la playa con cuerpos bronceados.

La película trata sobre un grupo de salvavidas encabezado­s por La Roca (Mitch Buchannon es el nombre de personaje, pero eso no importa, usted está viendo al carismátic­o y musculoso Dwayne Johnson), quien trata su trabajo como una mezcla entre equipo de detectives y ejército. Apasionado como es por su trabajo, no está feliz cuando recibe a Zac Efron (el personaje se llama Matt Brody pero, de nuevo, esto no importa), un jovencito arrogante que cree que tiene todas las oportunida­des ganadas en su vida. En este contexto, aparecerá una narcotrafi­cante en la playa, por lo que La Roca y compañía se empeñarán en arruinar sus planes, sin esperar a que la policía o autoridade­s más competente­s hagan algo al respecto.

Si nos ponemos a pensar, quizá encontremo­s un par de buenas ideas aquí, ninguna de las cuales tiene algo que ver con revivir “Guardianes de la Bahía”. Por ejem-

plo, la idea de Zac Effron y La Roca como dúo cómico. Ambos actores tienen mucho carisma y son bastante buenos dentro de lo suyo (hasta infravalor­ados, me atrevería a decir). Creo, de hecho, que los mejores momentos en esta película vienen de parte de ellos dos. La idea no es complicada: chico arrogante, adulto responsabl­e. Ese podría ser el corazón de la cinta, sobre la cual se puede construir su trama de acción-comedia. Existen buenas comedias de acción y esa es otra buena idea, sin embargo, esta cinta no es una de ellas. Ni en uno, ni en otro aspecto.

Puedo decir que esta cinta nos entrega todo a medias. Ni la acción termina de ser buena, ni las bromas terminan de hacernos reír lo suficiente. Consideran­do que los más fuertes chistes por los que apuesta involucran genitales masculinos, ya se ha de imaginar lo que tiene aquí. Pero eso no importa, lo lamentable es que la mayoría de los momentos cómicos caen sin provocarno­s risa alguna. Se nota lo que esta película quiere ser: una cinta absurda con acción, pero con cierto sostén dramático. Es válido, pero no muy sencillo de lograr, menos viniendo de una película que se nota a leguas no le estaba poniendo el empeño necesario. La idea, la intención, es buena y pudo ser muy entretenid­a. El problema es que pronto nos damos cuenta que esta es una de esas películas que buscan un billete fácil en pantalla.

Como ya mencioné al principio, se llega a un punto en el que uno se pregunta: bueno, ¿y qué esperaba de esta película?, ¿de verdad me imaginé que iba a ser buena? Entonces intenté relajarme, traté de no darle demasiadas vueltas a las inconsiste­ncias en la trama. Esta cinta quiere parecer muy seria a ratos, pero, no dejemos engañarnos, es una tontería y no tenemos que verla más que como eso. El punto es pasar un buen rato, ¿no? Dejarme llevar por un incendio en un yate donde La Roca rescata a Belinda (sí, la auténtica actriz y cantante mexicana), por las peleas cuerpo a cuerpo que sostiene con algunos maleantes y, ¿por qué no?, por el atractivo físico de las actrices y actores. Una cinta “palomera” como las llaman.

Pero en lugar de relajarme esta fue una lucha constante. La cinta se empeñaba en ser mala y superar mis ya bajas expectativ­as. Metiendo, por ejemplo, el inverosími­l romance entre un jovencito gordo y una supermodel­o, así como otro mucho más obvio entre Alexandra Daddario y Zac Efron. Cuando La Roca está a punto de protagoniz­ar lo que parece ser una buena secuencia de acción, termina siendo el asunto más genérico y poco emocionant­e. Y en espera de alguna buena broma… pues, me quedé esperando. Está bien, digamos que me creo la idea de un grupo de salvavidas que actúan como un equipo militariza­do.

Mi esfuerzo fue casi todo en vano. Por mucho que intenté ver lo contrario, no hay salvación: esta es una película mala. Pero entonces, quizá, encontré algo muy sutil. Esta película es mala y hay que aceptarla como tal.

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Viernes 30 de junio de 2017 VANGUARDIA MX
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