Música y poesía a favor del patrimonio cultural de templo
El viernes 30 de junio se llevó a cabo una “Velada Literaria Musical con Canto Gregoriano” como parte de los esfuerzos que la comunidad de la iglesia de la Inmaculada Concepción de La Hibernia está realizando para restaurar el inmueble. En punto de las 20:00 hrs la Schola Cantorum de Saltillo llenó con sus voces el recinto de La Inmaculada Concepción en la colonia La Hibernia, de esta ciudad. Agradeciendo a los presentes, cuya cooperación servirá para las obras de restauración. El presbítero Rodolfo Pachicano abrió el evento con una pequeña introducción a la historia del edificio y a los cantos gregorianos.
La Schola Cantorum de Saltillo fue fundada hace cerca de 20 años. Su propósito es rescatar este tipo de expresión cultural y religiosa. Es la única organización en la ciudad que ofrece este tipo de música. Cada domingo se presentan en diferentes templos de la ciudad, incluyendo la Catedral de Santiago, el Padre Nuestro y la Nueva Tlaxcala.
La iglesia por su parte, fue erigida en el siglo 18, dentro de la entonces Hacienda de La Hibernia. Posee una torre de base pentagonal, única en el norte de México. Su retablo y el campanario son los elementos que esta recaudación de fondos busca restaurar, ademas de que el edificio resguarda una amplia colección de pinturas coloniales.
Aunque el comité, integrado por Carlos Vargas, Ana Romero, Silvia Gaona, Blanca Peña, Paty Alvarado, Paty Salinas, Arnulfo Pérez y Susana Mercado está en contacto con el Centro Histórico de Saltillo y el INAH, ninguna de las dos dependencias posee los recursos para poner en marcha esta empresa, por lo tanto en sus manos quedó el conseguir el dinero.
Además, entre los bienhechores se encuentra la empresa Miner Power Brace, a la que también se le agradeció el apoyo para la preservación del inmueble, junto con los esfuerzos de los presentes, quienes también han acudido a otros eventos organizados por esta comunidad, como ferias y loterías.
La velada tuvo el ambiente solemne de la capilla, aunado a la música
y la poesía que llenaron el lugar y sirvió para regresar a los asistentes a una
época antigua. Al finalizar, se invitó a la degustación de vinos y canapés.