SENTIDO HOMENAJE A JOSÉ LUIS CUEVAS
La tarde de ayer con un retraso debido a la fuerte lluvia, se llevó a cabo el homenaje póstumo a José Luis Cuevas en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Antes de la ceremonia-homenaje fue despedido por familiares y amigos con un servicio privado al que los asistentes solo podían ingresar luego de verificar que su nombre estuviera en una lista entregada a los empleados de la funeraria.
Las hijas de José Luis Cuevas no asistieron al servicio en la funeraria, una muestra más del ambiente ríspido que se hizo patente en los medios de comunicación tras las disputas entre éstas y su viuda Beatriz del Carmen Bazán.
Su hija menor, María José escribió un tweet en su cuenta que decía “En este momento esta cucaracha está incinerando a mi papá en secreto, sin la sensibilidad ni elegancia de dejar que nos despidamos de el”, y acompañó el texto con una foto de Bazán.
Luego de borrarlo, en su cuenta de Facebook escribió “El gran miedo siempre fue nunca volverte a ver - cuando los miedos se hacen realidad se siente como un sueño, o más bien como una pesadilla - me enteré de que te fuiste para siempre por Twitter, así de frío, así de impersonal, así de desamparada - ¿cómo lo entiendo? ¿dónde lo acomodo? ¿a dónde corro a abrazarte? ¿cómo nos despedimos?”
Antes de la ceremonia de cenizas, algunos de sus seguidores llegaron hasta la explanada de Bellas Artes para recibirlo con aplausos. La primer guardia de honor fue montada por los funcionarios públicos de la Secretaría de Cultura encabezada por la titular María Cristina García Cepeda.
Las tres hijas del pintor montaron la segunda guardia ataviadas de negro; se aproximaron a las cenizas y gritaron ¡Papá, aquí estamos!, portaban rosas blancas y acariciaban y tocaban la vitrina que resguardaba las cenizas. Jimena, Mariana y María José recibieron el apoyo de los asistentes al homenaje cuando éstos gritaron el nombre de su madre y dedicaron un largo aplauso al artista.
La secretaria de Cultura María Cristina García Cepeda recordó la importancia de Cuevas al tender puentes para la plástica mexicana, al extenderse hacia el mundo y rebelarse ante lo establecido. Cabe destacar que este homenaje se llevó a cabo en un escenario paradógico: la exposición de Diego Rivera y de Picasso, la oposición al primero y la admiración que José Luis prodigó al segundo.
83 AÑOS Tenía José Luis Cuevas