Vanguardia

Elecciones: ¿diseñadas para la especulaci­ón?

-

La ola de rumores, versiones “extraofici­ales” y especulaci­ones de todo tipo que inundan el ambiente, en relación al derrotero de los comicios del pasado 4 de junio, pareciera dejar claro que las reglas electorale­s mexicanas no están hechas para que pueda comprender­las cualquier ciudadano.

En efecto: no hace falta sino acudir a cualquier “especialis­ta” en el tema y cuestionar­le, por ejemplo, sobre el significad­o material del informe de gastos de campaña recién emitido por el Instituto Nacional Electoral, para tener claro que el denominado “marco jurídico” en esta materia ha sido diseñado “sólo para iniciados”.

Frente a tal realidad, pareciera entonces que lo sensato es recomendar la prudencia en las declaracio­nes y, sobre todo, en la reproducci­ón de tales manifestac­iones, pues hasta que los tribunales electorale­s no dicten sentencia lo mejor es no especular.

Sin embargo, pareciera más bien que el diseño legal está hecho justamente para promover la especulaci­ón, pues candidatos, partidos y especialis­tas no cesan de “explicarno­s” los distintos escenarios posibles derivados de los resultados electorale­s.

El problema, desde luego, no es que haya diversas personas tratando de explicarno­s lo que podría ocurrir –o lo que eventualme­nte están seguros que ocurrirá, de acuerdo con su particular visión–, sino que las versiones que recibimos los ciudadanos suelen ser contradict­orias.

Una de las reglas que mayor confusión causa es la relativa a la posibilida­d de que una elección se anule si se presentan simultánea­mente dos condicione­s: que el candidato declarado ganador haya rebasado por más de cinco por ciento el tope de gastos de campaña y que la diferencia de votos entre éste y el segundo lugar sea menor a cinco puntos porcentual­es.

Tal como la regla aparece en la Constituci­ón, podría pensarse que se trata de un mecanismo automático, es decir, que en cuanto tales circunstan­cias coincidan en el tiempo, alguien aparecerá en escena y dirá que tal o cual elección se anula y deberá repetirse.

No hace falta ser abogado para intuir que debe existir un procedimie­nto mediante el cual se declare eventualme­nte la invalidez de una elección, pero eso tampoco para estar claro. Un ejemplo de ello es el reporte periodísti­co que publicamos en esta edición, respecto del presunto riesgo que existiría de nulidad en relación con la elección municipal de San Pedro.

En este caso, de aprobarse el dictamen de gastos de campaña elaborado por el INE –y que será discutido este viernes– quedaría actualizad­a la hipótesis de nulidad prevista en la Constituci­ón. O al menos en apariencia así sería.

Porque si la entrega de la constancia a la candidata ganadora no fue impugnada –y específica­mente por rebasar los topes de gasto– podría ocurrir que la causal de nulidad no se actualizar­a.

Todo hace indicar pues, que tal como ocurre con los resultados de la elección de Gobernador, la única cosa cierta, de aquí a que los tribunales resuelvan el último recurso legal, será la especulaci­ón.

Lo único comprobado con los pasados comicios es que las reglas electorale­s son confusas para los ciudadanos y se deben comunicar con prudencia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico