Impone reglas para rescate de migrantes
Se exigirán certificados de conocimientos y se volverá a tierra de inmediato
ROMA.- El Gobierno italiano, acosado por las polémicas alrededor de las operaciones de rescate de las ONG que trabajan en el Mediterráneo y por la complicada situación política generada por la crisis migratoria, impuso una regulación en las labores de rescate.
El Ministerio de Interior convocó a las organizaciones de socorro a una reunión clave el próximo martes donde se les impondrán 12 condiciones para poder seguir operando frente a las costas libias: desde la exigencia de certificados de conocimientos de rescate a la obligación de volver a tierra cuanto antes. Si las pautas recogidas en el documento, no se cumplen, no permitirán el desembarco de migrantes en sus puertos.
CRISIS Italia quiere también evitar con este código la entrada de cualquier barco de socorro en aguas libias. Una norma que la mayoría de ONG ya cumple permaneciendo en el límite de 30 millas náuticas de la costa del país magrebí.
El documento pide también que se respete la obligación de mantener encendidos los motores y aparatos de transmisión para la identificación de las naves y llama la atención para que no se hagan “señales luminosas” que animen a la salida de embarcaciones con cientos de migrantes y su con-
tacto “con traficantes”.
ESPAÑA CONTINÚA El servicio de rescate marítimo español dijo que el sábado pasado, rescató a 57 migrantes que intentaban cruzar el Mediterráneo desde Marruecos en dos embarcaciones.
Precisó que el bote más pequeño transportaba a cuatro marroquíes cuando fue avistado por la Guarda Civil en el estrecho de Gibraltar. Los cuatro aparentemente se encontraban sanos y el rescate los llevó a tierra.
Un buque de rescate interceptó a otra embarcación con 53 migrantes de origen
desconocido cerca de la isla de Alborán, donde el servicio de rescate tiene un muelle. Se les transportará a tierra en las próximas horas.
ANTECEDENTES El jueves el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz, pidió a Italia no seguir enviando al resto del continente a los migrantes que desembarcan en sus islas.
Viena ya había lanzado a principios de julio la amenaza de un despliegue de militares en su frontera si el flujo de migrantes no se reducía.