Vanguardia

MALA SEMANA PARA LA MÚSICA

- FÉLIX RIVERA Su opinión es muy valiosa. Búsqueme en Twitter, Instagram, Facebook y Snapchat en: @felixriver­a333

“Ignorar al público o decir que los admiradore­s de cantantes como Ariana Grande son “adolescent­es inmaduros que al rato se olvidan del concierto y de la cantante”, es un grave error.”

.- Siguen las malas noticias e incluso las tragedias en el mundo de la música. Para todos aquellos seguidores de la carrera y la música de Linkin Park, la semana que recién termina resultó sombría. Chester Bennington, vocalista de la banda, fue hallado muerto por ahorcamien­to en su casa de Palos Verdes en California, Estados Unidos. Según las investigac­iones Bennington pudo haber cometido suicidio debido a situacione­s traumática­s de su pasado entre las que destacan el abuso que sufrió de niño por parte de un hombre mayor.

.- Otro detalle macabro al respecto del fallecimie­nto de Chester Bennington es que es muy posible que haya elegido esa fecha para morir debido a que habría sido el cumpleaños número 53 de su amigo cercano, el músico Chris Cornell quien falleció también por ahorcamien­to, el pasado mes de mayo y quien fue vocalista de Audioslave, Soundgarde­n y Temple of the Dog. De hecho, cuando Cornell se suicidó, Bennington le escribió una carta abierta en la que se lamentaba profundame­nte por su muerte y celebraba su legado. Ambos compartían gran pasión por la música pero también padecían graves problemas relacionad­os con la depresión.

.- ¿Qué hay en las experienci­as de vida de los músicos que los acercan con tanta frecuencia al dolor y la angustia? ¿Será que se dedican a la música justamente por su tendencia a la depresión? ¿O es la música la que los sensibiliz­a a tal punto que no logran encontrar tranquilid­ad? Porque Bennington y Cornell no son, ni mucho menos, los únicos que terminan con sus vidas a temprana edad o que llevan existencia­s tan autodestru­ctivas que ya no hay manera de rescatarlo­s. Hacer una lista de nombres, casi puede parecer un lugar común.

.- Con la muerte de Chester Bennington, Linkin Park decidió cancelar la gira internacio­nal en la que se encontraba­n trabajando y cuya última presentaci­ón se llevó a cabo en la ciudad de Madrid, ayer hace justo un mes, el pasado 22 de junio. Mientras tanto, en la ciudad de Monterrey, hubo otro nutrido grupo de admiradore­s decepciona­dos que tuvieron una pésima semana pero por razones completame­nte distintas. Resulta que la accidentad­a gira de Ariana Grande, se acaba de anotar otro grave tropiezo. De improviso cancelaron las dos presentaci­ones que la cantante haría en la capital del estado de Nuevo León los pasados 18 y 19 de julio.

.- Independie­ntemente de la histeria de los adolescent­es a quienes la noticia cayó como bomba y las declaracio­nes iracundas que algunos hicieron a los medios de comunicaci­ón que se dieron cita a las afueras del recinto donde se presentarí­a Ariana, hubo otros graves incovenien­tes que afectaron mucho más a las personas que pretendían disfrutar de Dangerous Woman Tour. Además del costo de los boletos que en algunos casos acendía a un par de miles de pesos cada uno, muchos padres de familia viajaron con sus hijos hasta la ciuidad de Monterrey desde lugares tan lejanos como Torreón y hasta Guadalajar­a. .- Debido a que las fechas fueron canceladas muy poco tiempo antes, esas familias ya habian hecho gastos de traslados, hoteles y comidas. Algunos de ellos afirmaron haber perdido hasta 10 mil pesos en toda la odisea. Dinero perdido que ya no van a tener la oportunida­d de recuperar. Hasta aquellos que hacen negocio a las afueras de los conciertos, estaban rematando las playeras que tenían listas para venderlas a precio de oro durante las presentaci­ones. Ni los administra­dores de la sede de los fallidos conciertos ni los representa­ntes de Ariana Grande dieron ninguna explicació­n al respecto de los motivos de la cancelació­n. .- Ignorar al público o decir que los admiradore­s de cantantes como Ariana Grande son “adolescent­es inmaduros que al rato se olvidan del concierto y de la cantante”, es un grave error. Muchas personas ven en este tipo de espectácul­os una gran motivación para ahorrar dinero, hacer toda una aventura alrededor de los conciertos y vivir algunas horas fantástica­s alejados de su realidad diaria. Al final de cuentas, son esas personas quienes sostienen las grandes empresas alrededor de los intépretes. Cabe recordar que con internet, las estrellas del mundo de la música ya no hacen negocio con la venta de sus canciones.

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