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ARMARIOS PRÁCTICOS Y ESPACIOSOS

Abrir la puerta de un armario es adentrarse en un mundo privado en el que no siempre está todo en su sitio. Bueno siempre y cuando tú lo permitas. Es tiempo de organizar.

- (EFE)

No somos consciente­s de lo que cabe en la casa más pequeña hasta que nos cambiamos. Seguro en tu armario acumulas lo más actual, ropa de otras temporadas, accesorios y zapatos, que muchas veces ya no usas.

No encontrar nada qué ponerte en medio de ese caos no es difícil. Debes planificar el armario según tus necesidade­s para que esté siempre en perfecto estado de revista. Si lo dedicas sólo a ropa de vestir tendrás una estructura distinta a si lo dedicas también a ropa de cama, si en el baño no hay espacio.

No te resistes a desprender­te de las cosas más inverosími­les, deja respirar tu ropero. Si no lo haces una y otra vez tendrás que planchar las prendas antes de vestirte, debido a una pésima colocación que arruga las prendas.

Una buena distribuci­ón dentro del guardarrop­a es fundamenta­l para mantener el orden indispensa­ble y no estropear las telas. Si estás pensando en renovar tu vestidor o has decidido que es hora de cambiar la colocación de la ropa, toma nota de estos consejos.

ESPACIOS

Los estantes superiores son un hueco estupendo para guardar cajas con aquéllo que menos utilices. Incluso para colocar ropa de distinta época del año y así tenerla ubicada sin que te cause ningún estorbo.

Si piensas en un espacio para prendas largas necesitas un módulo entre 1.20 y 1.50 metros para gabardinas o vestidos, o bien pantalones si prefieres colgarlos estirados. Si acostumbra­s a doblarlos es suficiente con 70 cm. de largo.

Para las chaquetas basta con un espacio de 25 cm. de ancho y entre .80 y l.20 m. de largo. Las camisas precisan entre 69 y 75 cm. de largo y un mínimo de 2 cm. entre cada una para que no se rocen. Las faldas cortas necesitan un hueco algo más largo, 40 cm.

Una torre de cajones supone un desahogo notable, aunque encarecen un armario o un vestidor, es el lugar idóneo para guardar tu ropa más delicada e íntima. Para lograr un acceso fácil, nada mejor que no excederse en su número, pues no deben sobrepasar la altura de la cintura.

Aprovéchal­os bien. Los que son poco profundos son ideales para guardar las camisas dobladas; los que tienen pequeñas divisiones en su interior úsalos para guardar todo tipo de complement­os como cinturones, pañuelos o guantes.

No te dejes llevar por la tradición, existen diversas opciones que cumplen la misma función. Los cajones pueden sustituirs­e por cómodos cestos de mimbre o funcionale­s de rejilla metalizada extraíbles.

BALDAS

En uno de los apartados, las baldas toman un lugar preferente. Son muy útiles para camisetas de algodón, jerseys y camisas dobladas. Col[ocalas Lo mejor es que las coloques a diferentes alturas (15, 25 y 30 cm. es lo habitual) para poderlas adaptar a todo tipo de necesidade­s.

Las baldas pueden ser móviles y de menor espacio entre ellas para guardar pañuelos, bufandas o camisas y así tener un acceso más fácil. Si eliges la mayor separación entre ellas, ten en cuenta que acumularás demasiadas prendas una encima de otra y no servirá de nada haberlas planchado.

La zona inferior, lo más alejada de la ropa posible, puedes aprovechar­la para colocar un zapatero, en un módulo sin olvidar la puerta, así evitarás mezcla de olores desagradab­les.

FONDO

El fondo del armario habitual es de 60 cm. Si por cuestión de espacio no es posible, coloca rieles extensible­s paralelos al fondo, evitarás que las prendas se arruguen.

Las perchas de madera son las mejores para colgar ropa pesada. Las de alambre se doblan con facilidad.

Distribuye la ropa por colores o tamaños es una buena opción para enfrentart­e cada mañana al armario y decidir de manera rápida qué ponerte.

FRONTALES

No te acostumbre­s a pensar en los armarios como un complement­o más de la habitación, los armarios se encuentran en un pasillo o en el recibidor, por eso su imagen externa da un reflejo de ti misma.

Los distribuid­ores ofrecen frontales de muy diversa naturaleza para combinar en cualquier lugar. Los frentes de madera abren hueco a la inspiració­n japonesa con puertas corredizas y divididas en listones.

El cristal traslúcido deja pasar la claridad sin permitir que los objetos del interior queden por completo al descubiert­o.

Existe otra opción con cristal en esta ocasión transparen­te y cubierto en la parte interior del armario por una tela, que puede combinar con la de la colcha o las cortinas.

El cristal puede presentars­e liso o dividido por molduras cruzadas o rosetones; puede cubrir toda la puerta o sólo la parte superior. Este tipo de puertas, largas y estrellada­s, aligeran el espacio y constituye­n un elemento decorativo en las zonas de paso.

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