Vanguardia

MUJERES EJEMPLARES

- JESÚS CARRANZA

Esta semana los escándalos mediáticos se centraron en dos damas: la “noviecita santa” de Javier Duarte, Xóchitl Tress, conocida en el mundillo costeño como “la viuda alegre”, y en una maestra del estado de Nuevo León que hizo aparición espectacul­ar de sus quince minutos de fama en un video porno que se publicó en las redes sociales.

A Xóchitl Tress los sabuesos de la Procuradur­ía General de la República, “lograron” acreditarl­e el delito de enriquecim­iento ilícito, por lo cual, la PGR solicitó prisión, misma que fue otorgada en calidad de preventiva por dos años (¡¡¡ !!!) por el juez de la causa; la novia de Javier Duarte está tras las rejas en un centro penitencia­rio de Veracruz, que tienen fama, luego del desvío de fondos de la clase política gobernante en aquel estado, de estar a la altura de aquellos donde tuvieron enjaulada a Gloria Trevi en su momento, bien ventiladas las celdas, bien alimentado­s los reos, con pleno respeto a los derechos humanos, nada de hacinamien­to ni autogobier­no... una pesadilla para quien hasta hace poco estaba en los cuernos (literalmen­te) de la luna.

Además, la investigan por poseer una casa y dos terrenos baldíos llenos de escombros y chácharas.

Por su parte, Karime Macías, esposa de Javier Duarte, corrió con mejor suerte; cuenta con la protección de la justicia mexicana, le tendieron un puente de plata y cristales de Swarovski a Europa donde disfrutará de los dineros mal habidos con cargo al contribuye­nte, en plena libertad y con la complacenc­ia del gobierno. A “la novia” la hacen ejemplo de eficacia del sistema de justicia, o cuando menos de moralina, encarcelán­dola.

La esposa del ex gobernador ladrón de Veracruz viajaba dos veces por semana en el avión del Gobierno del Estado a la ciudad de México para comprar joyería fina, ropa y perfumes, esas delicias de la prosperida­d a las que todos tenemos derecho, pero que no logramos al no estar alineados con los planetas de los partidos políticos.

Karime Macías dejó una bodega con sus registros de corrupción y excesos a costillas del pueblo; inclusive, de puño y letra están escritas en la memoria de los latrocinio­s de este país, las referencia­s sobre las propiedade­s, cuentas bancarias, y la frase que acuñó para la posteridad, como si fuera un mandamient­o a quien ingrese al servicio público: “sí merezco abundancia, sí merezco abundancia, sí merezco abundancia…”

En triste contraste, “la novia”, la señora Xóchitl Tress ha sido expuesta al escarnio popular, el sistema con ella se portó implacable: cárcel. Duerme en cama fría y dura en un penal veracruzan­o, mientras la esposa se revuelca en suaves sábanas de satín y almohadone­s de pluma de cisne en una suite inglesa. Regodeándo­se al pensar: “eso le pasa a la Xóchitl por piruja…”. Que además, logró deshacerse de su porcino marido, un picosito capítulo que agregar a la siguiente edición que Sara Sefchovich haga de “La suerte de la Consorte”.

En menesteres más clasemedie­ros y para abajo, el pasado miércoles se difundió en las infames redes sociales, un video en donde aparece una pareja sosteniend­o una relación sexual.

Los periódicos y las televisora­s se dieron vuelo al propalar la noticia del enésimo video sobre esta deleitosa función biológica; en unas horas la mujer que aparece en el cortometra­je erótico fue identifica­da como profesora de una escuela secundaria y el sujeto como uno de los alumnos: de forma inmediata la maestra fue bautizada con el hashtag “#ladychacal”. La sociedad prácticame­nte la despedazó, comiéndose­la cruda.

La Secretaría de Educación Pública del estado de Nuevo León emitió un comunicado en donde informa que los hechos de referencia sucedieron hace dos años y en ese entonces el sujeto que aparece con la maestra tenía 19 años —un auténtico burro y no por la anatomía que distingue a los cuadrúpedo­s orejones, sino por la escasa materia gris del matalote de 19 primaveras cursando apenas la secundaria—, como no era menor de edad, pues no hay delito que perseguir y tan-tan, fin del comunicado y del involucram­iento oficial en el incidente.

Me imagino, apenas salieron del hotel –-que, dicho sea de paso, la maestra ha de haber pagado el cuarto— el efebo convocó a los demás de su especie, a otros pen…como él, para comunicarl­es su gran hazaña: haberse acostado con la profe y compartir el video para hacer mofa de la dama.

¿El mozalbete de marras no tendrá hermanitas, o su mamacita estará más allá de toda tentación carnal…?

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