Critica Arquidiócesis violencia en Morelos; cuestiona a Graco
SEMANARIO DESDE LA FE Según el editorial, el régimen perredista ha llevado corrupción y decadencia en dicha entidad
Morelos sigue repuntando en homicidios, en junio pasado superó en 31 por ciento la media nacional en la comisión de ese delito”. Semanario Desde la Fe.
CDMX.- La Arquidiócesis de México criticó al gobierno de Morelos, encabezado por Graco Ramírez y señaló que en la entidad prevalecen la violencia, atropello a los derechos humanos, pobreza, corrupción e impunidad.
En el editorial del semanario Desde la fe titulada “Morelos, corrupción y decadencia”, indica que “Morelos vio cómo las esperanzas de la alternancia se vinieron abajo como castillo de naipes o fortaleza construida en el aire; poco a poco, por las oquedades del régimen perredista”.
Precisó que según el Semáforo Delictivo, herramienta que monitorea la incidencia delictiva en México, “Morelos sigue repuntando en homicidios, en junio pasado superó en 31 por ciento la media nacional en la comisión de ese delito”.
Añadió que en Cuernavaca “los encargados de seguridad denuncian que hay por lo menos 49 colonias de alta peligrosidad”, por lo que la llamaron “La Ciudad de la Eterna Balacera”.
Así mismo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social reveló que en 2016 el “52.3 por ciento de la población de la entidad vivía en pobreza”.
Acotó que la reciente Marcha por Morelos, alentada
por diversos líderes sociales “no es la primera en la historia reciente en demandar lo que es urgente: justicia y seguridad”.
Recordó que “desde el año pasado los reclamos habían llegado a la Secretaría de Gobernacion para dar cauce al clamor de la población que ha visto como las vulneraciones a los derechos van de la mano de la corrupción”.
PIDE ORAR POR SACERDOTE
Por otra parte, en la homilía dominical, el cardenal Norberto Rivera Carrera pidió orar por el descanso eterno del sacerdote José Miguel Machorro Alcalá, quien falleció el jueves luego de ser apuñalado el 15 de mayo.
También se elevó una súplica por todos los organismos mundiales y los que dirigen los destinos de los pueblos para que “sean iluminados por la bendita gloria de Dios”.