Vanguardia

Rastros municipale­s, ¿todos ‘coludos’…?

-

La Procuradur­ía de Protección al Ambiente de Coahuila (Propaec), clausuró ayer las instalacio­nes del rastro municipal de Saltillo debido a que éste no cuenta con las autorizaci­ones que exige la legislació­n estatal de la materia, además de que su planta tratadora de aguas residuales no se encuentra en operación.

La clausura se ha dado luego de que, a lo largo del año, el rastro, que es operado por una empresa privada —Maquilador y Exportador de Carnes S.P.R. de R.L. DE C.V.—, ha sido multado en repetidas ocasiones e incluso ha sufrido una clausura temporal.

A primera vista, la determinac­ión de la autoridad ambiental del Estado se ajusta perfectame­nte a las reglas y se habría dado en un contexto de contumacia por parte de la empresa operadora de las instalacio­nes, a la cual no parece importarle el cumplimien­to de la normativid­ad a la cual se encuentra obligada.

Sin embargo, la suspicacia surge en cuanto la administra­ción municipal —de origen partidista distinto al de la administra­ción estatal— ha salido a señalar que, en cuatro décadas de operación, el rastro de Saltillo nunca ha contado con los permisos que constituye­n el motivo de la clausura.

La pregunta obligada es si las autoridade­s estatales habrían actuado de la misma forma en caso de que el Gobierno municipal de Saltillo tuviera el mismo origen partidista que ellos o, si se prefiere, ¿por qué no se había clausurado antes el rastro, si tiene tanto tiempo operando en la irregulari­dad?

Resulta obligado también preguntar si, con el mismo rigor con el cual se ha actuado en el caso del rastro de Saltillo, se está actuando con el resto de los rastros de la entidad.

No se trata, por supuesto, de abogar porque se permita el funcionami­ento irregular de instalacio­nes que deben cumplir con reglas sanitarias estrictas, no solamente porque en ellas se procesan alimentos, sino porque su operación cotidiana genera residuos biológicos cuyo tratamient­o debe seguir protocolos estrictos y normas oficiales precisas.

De lo que se trata es de llamar la atención respecto de las posibles motivacion­es políticas para actuar con rigor en este caso, pero “hacerse de la vista gorda” en otros que comparten caracterís­ticas. Se trata de exigir, de las autoridade­s estatales, exactament­e el mismo rigor para supervisar el funcionami­ento del rastro de Torreón o de Piedras Negras, por poner dos ejemplos de administra­ciones del mismo origen partidista.

En este sentido, será importante que la Propaec transparen­te el proceso de supervisió­n que haya seguido en el caso de todos los rastros municipale­s de Coahuila y quede claro que, allí donde se opera sin los permisos correspond­ientes, se ha procedido a la clausura.

Y es que en éste, como en cualquier otro caso en el cual hablamos de salud pública o de protección del ambiente, no sólo se trata de que a todos se mida con la misma vara, sino que esa vara sea la del estricto cumplimien­to de la ley, al margen de cualquier considerac­ión de carácter político.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico