Vanguardia

Periodismo en crisis

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ordinaria logró tomarle el pelo a todo mundo utilizando para ello a la prensa, a los periodista­s? La respuesta es simple: ocurrió debido al alarmante abandono del más elemental rigor periodísti­co al cual se han entregado, ya no digamos los “medios digitales emergentes”, sino incluso los “de referencia”, los “serios”, aquellos en los cuales se invierte en la capacitaci­ón y formación de sus reporteros.

Traigo a cuento la historia porque apenas el miércoles anterior se ha registrado un nuevo caso en el cual la prensa “seria” demuestra sus graves deficienci­as a la hora de darle espacio a presuntas “noticias”, sólo porque suenan sumamente “apetitosas”, aunque carezcan de veracidad por completo.

“¡Histórico! Por primera vez La Haya admite una demanda provenient­e de México y fue la nuestra contra Javier Duarte por crímenes de lesa humanidad”. Así reza el meme con el cual el diputado local por Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, difundió en su cuenta de Facebook el “histórico logro” cuyos detalles presumió en la tribuna parlamenta­ria. La cosecha de titulares y elogios para el activo legislador, militante del partido Movimiento Ciudadano, no se hizo esperar: Medios de referencia, entre ellos la revista

los periódicos El Norte y Reporte Índigo, o portales como Sinembargo y Aristegui Noticias retomaron la “noticia” y la difundiero­n con titulares como “Admite La Haya denuncia contra Duarte” o “La Corte Penal de La Haya admite la demanda contra Javier Duarte por crímenes de lesa humanidad”. El periódico Publimetro fue incluso más lejos al cabecear “Avanza denuncia contra Javier Duarte por delitos de lesa humanidad”.

¿Cuál es la verdad? La Oficina de la Fiscalía, de la Corte Penal Internacio­nal, envío al legislador neoleonés un acuse de recibo; una notificaci­ón de “conocimien­to” de la denuncia por él presentada… un matasellos digital, pues.

¿Cómo se justifica periodísti­camente la difusión de una “noticia” en la forma en la cual se propaló ésta? Hasta donde puede verse, exactament­e con el mismo argumento utilizado en el caso de los nonillizos coahuilens­es: existe una fuente, una persona de carne y hueso realizando tal declaració­n.

¿Y la corroborac­ión de los hechos? ¿Y el “colmillo periodísti­co” para ver si no nos están “metiendo un gol”? ¿Y la elemental regla de corroborar datos, sobre todo si se trata de asuntos delicados?

En el colmo de las similitude­s con el “caso Arteaga”, los periodista­s ni siquiera debían ir lejos para averiguar la verdad, pues el propio diputado García Sepulveda no tuvo empacho en difundir, junto a los múltiples memes con los cuales promocionó su “logro”, una copia del comunicado enviado por la Fiscalía de la Corte Penal Internacio­nal a su correo electrónic­o.

Vamos: el portal incluso acompaña su nota con un copia del documento firmado por Mark P. Dillon, responsabl­e de la Unidad de Informació­n y Evidencia de la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacio­nal, fechado el 31 de julio en La Haya.

En el tercer párrafo del escueto comunicado textualmen­te se lee: “please note this acknowledg­ement does not mean an investigat­ion has been opened, nor than an investigat­ion will be opened by de Office of the Prosecutor” (el énfasis es añadido).

Una traducción aceptable del párrafo citado sería: “por favor tenga en cuenta que este reconocimi­ento (de la presentaci­ón de la demanda) no significa que se haya abierto una investigac­ión o que se abrirá una investigac­ión por parte de la Oficina del Fiscal”. No hay forma se inferir, a partir de lo anterior, la “admisión” de la demanda por parte de la CPI en contra de Javier Duarte.

¿Cómo, la prensa “seria” puede tragarse un anzuelo de este tamaño sin problema alguno? La respuesta, como lo hemos dicho en colaboraci­ones anteriores, se encuentra en la crisis sufrida por el periodismo mexicano y reflejada en un hecho puntual: las publicacio­nes de muchos medios “serios” cada vez se parecen más a un post de Facebook.

Continuará…!

@sibaja3 carredondo@vanguardia.com.mx

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