Estímulo a Saltillo por uso eficiente de energía
APROVECHAMIENTO SUSTENTABLE Recibe 10 mdp por su programa de sustitución de alumbrado público
La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de Energía —Conuee—, entregó este miércoles al Gobierno Municipal de Saltillo un incentivo económico de 10 millones de pesos, luego de evaluar el programa que permitió renovar todo el alumbrado público de la ciudad.
El alcalde Isidro López Villarreal, acudió a las oficinas de la Conuee para conocer el resultado de la opinión técnica final de este proyecto.
El programa Saltillo se Luce, mediante el cual fueron renovadas más de 55 mil luminarias en la ciudad con recursos propios, fue considerado uno de los mejores programas en su tipo en México.
El alcalde Isidro López manifestó ante los integrantes del grupo de trabajo del Proyecto Nacional de Eficiencia Energética en Alumbrado Público Municipal que una de las prioridades de su Gobierno es manejar los recursos con eficiencia.
Los 10 millones de pesos de este Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, podrán ser utilizados en cualquier rubro de la administración municipal.
En la reunión estuvieron presentes Odón de Buen Rodríguez, director general de la Conuee; Cruz Ernesto Hernández, director general adjunto, y por parte del Gobierno Municipal, Collins Creth Camp Bennett, director de Infraestructura y Servicios Públicos.
primeramente, considerar todo aquello que su operación afecte a las personas, ya sea hacia su interior o su exterior, incluso al medio ambiente; y posteriormente, que sus acciones busquen impactos en beneficio de sus grupos de relación.
Por tanto, podemos visualizar una forma de gestión administrativa y funcional empresarial, en la que se incorpore de manera alineada al negocio la responsabilidad social empresarial, abarcando fundamentalmente los ámbitos de ética empresarial, calidad de vida en el trabajo, vinculación con la comunidad y protección al medio ambiente.
Igualmente que dentro de su gestión, considere las expectativas de sus grupos de relación o de interés, denominados como stakeholders, entre los que se encuentran: accionistas, inversionistas, empleados, proveedores, clientes, consumidores, competidores, autoridades, comunidad y demás grupos de personas, a las cuales su operación impacta o aquéllos cuyas actividades afectan al funcionamiento de la propia empresa.
Sobre ello, el Centro Mexicano para la Filantropía —Cemefi—, fincado en su visión de “Promover y articular la participación filantrópica, comprometida y socialmente responsable de los ciudadanos, organizaciones y empresas, para alcanzar una sociedad más equitativa, solidaria y próspera”, ha sido desde 1988, el principal impulsor en este país de coadyuvar con las empresas en conciliar los objetivos de negocio y sociales de las empresas buscando el bienestar social.
Al respecto, Buchholz y Rosenthal en “Responsabilidad social y ética en los negocios”, sostienen que la responsabilidad social empresarial es más que la producción de bienes y servicios, y que deben colaborar en la solución de problemas sociales apremiantes, muchos de los cuales han contribuido a crear.
De esta manera, entendemos que la responsabilidad social empresarial se refiere a que las empresas se vinculen con la sociedad más allá de las transacciones en el mercado, lo que implica modificar sus ideas acerca del bienestar humano y resaltar el interés en las dimensiones sociales de las actividades de su negocio tendientes a mejorar la calidad de vida de sus colaboradores y de la sociedad en general.
Adicionalmente, cabe resaltar que las empresas son creaciones humanas utilizadas para que las personas realicen actividades en su propio bien como a la sociedad en general. Todo lo que hacen las empresas es resultado de la mano de las personas.
Por consiguiente, la actuación de las empresas desde la gestación hasta la conclusión de vida, pasando por su funcionamiento, es responsabilidad directa del hombre. Lo que significa, que estos entes jurídicoadministrativos creados, operados, transformados, disueltos y extinguidos por personas, no tienen vida ni conciencia propia, sino de las personas quienes las constituyen y funcionan.
En este sentido, sobre las raíces etimológicas de la responsabilidad provenientes del latín responsum, que significa responder, del cual a su vez deriva la “habilidad de responder”, nos señala que todos tenemos responsabilidad de responder por nuestros actos y omisiones. Por tanto, la responsabilidad aplica a cualquier persona física y persona jurídica moral, no solamente a empresas, sino a todos, a todos nosotros.
*Coordinador de Atención y Servicios de RSE en el Centro Mexicano para la Filantropía roberto.adame@ cemefi.org
Este texto es parte del proyecto de Cemefi en coordinación con VANGUARDIA, para la difusión de la Responsabilidad Social Empresarial.