Sobrevive, pero pierde la memoria
DESDE EL DÍA DE LA GOLPIZA Luis Alberto fue dado de alta el miércoles, pero aún convalece por ataque de pandilleros CAJA DE DATOS > >
Luis Alberto se comunica a señas con su mamá, habla poco y pregunta mucho, lo mismo, pese a que se lo hayan respondido. Aparentemente el hombre, víctima de una golpiza en la colonia La Palma sufre pérdida de memoria a corto plazo e ignora la serie de sucesos que vinieron después de ser severamente golpeado en la cabeza con una pala.
Según cuenta su familia, desde que el domingo pasado lo arrastraron hasta la cocina de la casa y después subieron a la ambulancia, nada volvió a ser igual. El albañil de 38 años ingresó al Hospital General y fue dado de alta hasta el miércoles por la mañana.
El domingo pasado fue perseguido por integrantes de la pandilla “Los Gavilanes” hasta su casa, ubicada en la calle Cola de Pescado de la colonia La Palma, donde su padre, al defenderlo del ataque, hizo disparos al aire y al recibir una pedrada en el brazo donde sostenía su pistola calibre .25, le dio a uno de los agresores, quien enseguida murió. Luis Alberto fue severamente
Su padre, al defenderlo
Los doctores que atendieron a Luis Alberto descartaron algún derrame o hemorragia. Los tres días que duró internado estuvo bajo vigilancia médica y acompañado de su mamá, quien a sus 67 años permaneció a su lado casi todo el tiempo.
Luis Alberto regresará en dos semanas al hospital para ver su evolución; él junto con sus familiares permanecen resguardados en el domicilio de unos conocidos.
Las pocas palabras que pronuncia son para preguntar qué pasa; uno de sus hermanos aseguró que fue hasta la noche del miércoles cuando notaron algo diferente en él.
Al principio creyeron que era un efecto secundario del medicamento, pero poco a poco se han ido haciendo a la idea que después del ataque de “Los Gavilanes” su situación cambió.
Quienes lo atienden desconocen de momento para cuándo Luis Alberto podrá volver a trabajar. De acuerdo con el Tanto él como su padre son quienes sostienen a la familia con los recursos que obtienen con los trabajos de albañilería.
Pese a que sus hermanos han evitado tocar el tema directamente, Luis Alberto Macías no ha preguntado más de lo que pasó. Según compartieron, lo último que recuerda es haber sido derribado, pero hasta ahí, pareciera que su memoria se borró.
En medio de los gritos que vinieron más tarde, disparos de su padre al defenderlo a él y al resto de su familia, ambulancia y sirenas, Luis Alberto se dolía inconsciente por la golpiza que le dieron, luego fue llevado al hospital.
Ahora, mientras sus familiares lo ven como ausente en la cama, desconocen cuándo se reincorporará y si algún día vuelve a tener la lucidez y vitalidad para trabajar y vivir en armonía con su familia.
Su padre, don Juvencio, por lo pronto sigue preso, acusado de homicidio.
A Juvenal Macías Campos, mejor conocido como “don Juve”, acusado de privar de la vida a un pandillero que junto con varios más atacaban a su hijo y su casa, donde estaba su familia, se le dictó prisión preventiva, y por su seguridad continuará internado en el Hospital Geriátrico de Saltillo.
El internamiento fue a petición de sus abogados defensores Jorge Enríquez Lázaro y Felipe Torres Guevara, quienes lo solicitaron ante la juez María Antonieta Leal Cota, juzgadora que estuvo a cargo de la audiencia inicial que se realizó ayer a las 9:00 horas en la sala número tres.
Se expuso que debido a su avanzada edad (77 años) y por sus padecimientos de próstata, problemas respiratorios y en su cadera, el indiciado no podría estar en el Centro de Reinserción Social, (Cereso) varonil.
Aunado a esto, la defensa demostró que su representado ha recibido amenazas de muerte por parte de conocidos y hasta familiares de la víctima mortal Jesús Rolando Espinosa Salazar, “El Roly”.
En el tiempo que ha estado detenido, a “don Juve” le fueron a quemar su domicilio ubicado en la calle Cola de Pescado, en la colonia Valle de las Palmas, y de acuerdo con vecinos, ha recibido una serie de amenazas por integrantes de la pandillas “Los Gavilanes”.
En el interior del penal hay varios parientes de los pandilleros y ante el temor de alguna otra represalia hacía Juvenal, les fue concedido el internamiento en el hospital, pero con la custodia de elementos de la Policía Investigadora y Procesal.
En el informe que pone a disposición el Ministerio Público se da a conocer que el domingo 13 de agosto, alrededor de las 18:30 horas, Luis Alberto Macías, quien es hijo de Juvenal, era víctima de agresiones físicas por parte de la pandilla “Los Gavilanes”.
Ante la situación, don Juvenal se armó de una pistola y al hacer varios disparos lesionó a Jesús Rolando Espinosa y a dos personas más, identificadas como Ascensión Espinosa López y Erick Eduardo Sánchez Espinosa, quienes fueron llevados en vehículos particulares al Hospital General.
Jesús Rolando Espinosa Salazar, “El Roly”, perdió la vida.
La juez dictó prisión preventiva para el ahora imputado y programó para el próximo lunes 21 de agosto la audiencia de vinculación a proceso que se efectuará La juez concedió la en el Hospital Geriátrico.
En ese plazo la defensa del detenido tratará de aportar nuevos medios de prueba con la finalidad de acreditar que el crimen lo cometió en legítima defensa, ya que él y su familia aseguran que los lesionados y la víctima ingresaron a su domicilio para agredir a Luis Alberto y trataron de entrar a su morada.
De acuerdo con la declaración que “don Juve” externó ante el juzgado, la tarde del domingo pasado se vio obligado a hacerle frente a los pandilleros que golpeaban sin clemencia a su hijo, a quien derribaron en la cochera de su casa, mientras otros dañaban la vivienda.
“Eran peor que bestias, eran animales, lo destrozaron todo”, declaró Juvenal Macías Campos ante el juez que fue consignado por el Ministerio Público.
El hombre de 77 años mencionó que aunque padece asma y tiene problemas en su cadera, sacó fuerzas para defender a su hijo y evitar que “Los Gavilanes” penetraran a su vivienda.
Dijo que dentro de su hogar se encontraban su esposa, de 67 años, su nuera y sus dos pequeños nietos.
“Por mi familia haría lo que fuera; matar no está bien, pero defenderlos es lo correcto. Lo volvería a hacer”, declaró el Macías ante la justicia, lo cual quedó asentado.