ESTIMADA IVONNE:
Como dicen por allí: el hubiera no existe. Y si en su momento no se dio la oportunidad de que aprobaras para la carrera de leyes, no tienes por qué llevar esa carga toda tu vida.
Te aseguro que tus papás jamás te recriminarían algo así, que si no se dieron las cosas favorablemente fue por algo. Me parece excelente que disfrutes lo que haces, ser maestra también tiene sus recompensas y satisfacciones, mientras estés disfrutando lo que haces, así será.
A veces la influencia de los padres hacia los hijos de estudiar cierta carrera universitaria es favorable, siempre y cuando ellos tengan la habilidad pero si no, no tienen por qué sentirse mal, al contrario, debería de ser un estímulo para lograr sus propios objetivos de la mejor manera.
En tu caso, ellos nunca te presionaron para que así lo hicieras, fuiste tú quien así interpretó que debería de ser. Raramente los papás exigen y dirigen el futuro profesional de los hijos, pues de antemano saben que no es lo idóneo, que muchas veces resulta contraproducente el imponerles algo para lo que no están preparados o para lo que no tienen aptitudes reales.
Disfruta tu presente y deja ese pasado atrás, que solo te ocasiona esos sentimientos tan desagradables como lo son la frustración y el fracaso. La docencia es una profesión muy linda, igual y hasta te conviene seguir especializándote en otros idiomas y abrir un poco más tu campo laboral.
Ahora que si tu meta es otra, adelante, que nada te detenga, nunca es tarde para cumplir sueños y objetivos, mientras sean por una satisfacción particular, por gusto propio.
Twitter: @Estimadaana