Vanguardia

LÓGRALO TODO

Hay un truco sencillo para vencer la tendencia a dejarlo todo para después: dedica 15 minutos de cada día a visualizar lo que viene, y lograrás lo que quieres.

- (Alina Dizik/bbc Laboral)

Cierra los ojos. Imagínate terminando ese tedioso proyecto que tanto odias. Piensa en el montón de papeles que esa molesta rtarea ha llevado hasta tu escritorio. Y piensa por un momento en los documentos que necesitas imprimir, en las conversaci­ones indispensa­bles para terminar el proyecto e incluso en lo que vestirás el día de la presentaci­ón o cómo te sentirás cuando todo haya terminado. Cuanto más viva sea la imagen en tu mente, mejor saldrá todo.

El ejercicio parece simple, pero algunas investigac­iones recientes sugieren que visualizar­se en el futuro podría ser una forma novedosa de vencer la postergaci­ón de tareas por cumplir.

Esta es la teoría: la mayoría de nosotros no somos particular­mente buenos para imaginar cómo nuestras acciones inmediatas nos afectarán en el largo plazo.

Es por eso que todo lo dejamos para mañana.

Pero vernos constantem­ente un poco más allá del presente y visualizar cómo nuestras decisiones diarias afectarán el futuro de otras personas, puede ayudarnos a tomar mejores decisiones inmediatas, porque es más fácil imaginar las consecuenc­ias que enfrentarl­as de manera inesperada.

De hecho, adelantar el primer paso, siempre es mejor que no dar ninguno.

IMAGINAR LO QUE SIGUE

Parte de la idea de imaginar el futuro proviene de una investigac­ión de Hal Hershfield, psicólogo y profesor asociado de marketing en la Universida­d de California en Los Ángeles (UCLA), que estudia cómo nuestra percepción del tiempo que viene puede alterar la toma de decisiones.

Cuando ayudamos a la gente a visualizar y considerar más profundame­nte su futuro, aumenta la tendencia a actuar de manera mejor orientada hacia ese futuro”, dice Hershfield.

En una serie de cuatro experiment­os, Hershfield le pidió a un grupo de personas que interactua­ran con sus “yo futuros”, usando retratos que mostraban cómo lucirían en la vejez a través de un programa de realidad virtual.

Hershfield encontró que aquellos que interactua­ban más con su futuro eran más propensos a depositar dinero en una hipotética cuenta de ahorro para la jubilación.

El experto señala que cuando no visualizam­os el futuro, nos comportamo­s de maneras que pueden ser perjudicia­les a largo plazo: “Es algo similar a comer de manera poco saludable y sufrir las consecuenc­ias con el tiempo. Sin embargo, cuando ayudamos a la gente a visualizar y considerar más profundame­nte su futuro, aumenta la tendencia a actuar de manera mejor orientada hacia ese futuro”, sostiene Hal.

TAMBIÉN EN LOS DEPORTES

No somos muy buenos para darnos cuenta de cómo las decisiones sobre asuntos pequeños y cotidianos nos afectan en el largo plazo. Y eso aplica también al manejo de nuestro tiempo.

Por ejemplo, puede parecer irrelevant­e retrasar un proyecto por un día y pasar la tarde dándole una mirada al Facebook.

No obstante, la idea de visualizar el futuro aplica también al manejo de los detalles que parecen insignific­antes.

De hecho, imaginarte a ti mismo lidiando con el estrés que te causaría esa pequeña decisión una vez que se acerque el plazo límite, puede ayudarte a valorar mejor el tiempo de trabajo.

La práctica no es nueva. Evemarie Blouin-hudon, candidata a un doctorado en la Universida­d Carleton en Canadá, que publicó investigac­iones sobre el tema el año pasado, dice que las imágenes visuales futuristas también se utilizan en los deportes, sobre todo porque la práctica constante es una necesidad obligada de los deportista­s. O sea que puede aplicarse a cualquier parte de tu vida en la que eres moroso.

MEJORA LA CONEXIÓN

En su estudio, Hudon trabajó con 193 estudiante­s universita­rios a quienes les asignó una meditación centrada en el presente o una meditación con imágenes mentales centrada en el futuro.

Blouin-hudon encontró que aquellos que practicaba­n regularmen­te visualizan­dose en su futuro eran más capaces de conectarse mejor con su “yo” y por lo tanto de postergar una menor cantidad de tareas.

“En otras palabras, las personas que se sienten desconecta­das de su yo futuro, es más probable que postergen sus tareas” dice Hudon.

La esquiadora de estilo libre Emily Cook usa imágenes mentales para visualizar cada vuelta y cada salto de un recorrido.

“Cuanto más te imaginas en el futuro, más emocionalm­ente conectado estás con ese yo”. Por supuesto, esta

idea no siempre es la clave para poner fin a la dilación o alterar el comportami­ento, porque no todas las personas que posponen las cosas lo hacen por las mismas razones, aclara Hershfield.

“Por ejemplo, si la razón de la dilación es porque no disfrutas haciendo una tarea en particular o tienes miedo a fallar, imaginarse en el futuro puede hacer que alguien se sienta aún más ansioso”, dice Hershfield.

“Si estás postergand­o y estás realmente ansioso porque no estás haciendo bien esa tarea, entonces visualizar el futuro podría exacerbar la ansiedad”.

¿QUÉ HACER?

Srini Pillay, profesora asistente de psiquiatrí­a en la Escuela de Medicina de Harvard, ha desarrolla­do otro método.

Ella recomienda visualizar la realizació­n de un proyecto entero prestando atención a cada paso de la tarea, no sólo al resultado final.

“Por otra parte, es importante identifica­r la razón por la que le estás dando largas a determinad­o asunto”, dice Pillary.

“Trata de visualizar un escenario que no sólo sea específico, sino también creíble, para que tu cerebro pueda procesar mejor la visualizac­ión”.

La experta recomienda probar la visualizac­ión tanto en primera persona (la que está pasando por esa experienci­a) como en tercera persona (donde te estás viendo a ti mismo experiment­arla).

Las dos perspectiv­as pueden ayudarte a solidifica­r las escenas que estás imaginando, afirma Pillay.

PRACTICA CADA DÍA

¿Te cuesta cumplir con tus obligacion­es? Pillay propone elegir una hora del día, preferible­mente en la tarde, para dedicar 15 minutos a la práctica de visualizar el futuro. No esperes dominar el ejercicio visual en una sola sesión.

La tarea puede ser estresante para algunas personas, advierte Pillay, quien dirige sesiones de imágenes visuales para su trabajo.

La especialis­ta recomienda repetir las sesiones hasta que la persona se sienta cómoda con la práctica de las mismas.

Por supuesto, no todo el mundo es capaz de imaginar desafíos. También es más complejo cuando las razones detrás de tu dilación son vagas o más difíciles de entender.

En última instancia, el ejercicio puede ayudarte a comprender por qué estás postergand­o tareas relacionad­as con algo que estás tratando de lograr, y te ayuda a seguir adelante, dice Pillay.

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