Vanguardia

Hacen del eclipse un negocio

Algunos estudiante­s pusieron en renta su protector solar, mientras otros los ofrecían en venta

- ARMANDO RÍOS

Desde las 10:30 horas, alumnos y visitantes de todas partes de la ciudad se dieron cita en el Observator­io Astronómic­o de la Universida­d Autónoma de Coahuila, para contemplar el eclipse parcial de sol. Con una plática introducto­ria, Juan Segura, encargado del Observator­io de la Facultad de Ciencias Fisicomate­máticas, derribó frente a los presentes todos los mitos que traspasaro­n las redes sociales en torno a este evento único que no se presenciab­a en México desde 1991. Al lugar no sólo llegaron los alumnos de las diferentes facultades que componen la Unidad Camporredo­ndo; también decenas de madres que sacaron a sus hijos de las aulas de colegios y escuelas cercanas a la casa de estudios, quienes en sus mochilas cargaban gigantes máscaras para soldar. La venta y los negocios no se hicieron esperar. Después de que Juan Segura ofreció la plática sobre los cuidados y las recomendac­iones para observar el fenómeno, sobre la terraza que alberga el megatelesc­opio catadióptr­ico de 40 centímetro­s de diámetro, ya se había instalado un grupo de estudiante­s que puso a la venta los reflectore­s de 14 sombras, a cambio de 25 pesos. También, otros alumnos en forma irónica, decidieron aprovechar y poner a la renta su cristal de sombra por 3 pesos, y algunos hasta hicieron un trueque con tal de observar el eclipse parcial, aunque fuera por un minuto. “Véndemelo”, pedían los jóvenes que no alcanzaron, tanto para ver bien protegidos por un instante, como para llevarlo de recuerdo a sus hogares. También, los maestros de varias facultades se dieron cita en el recinto científico, algunos junto con sus grupos, y otros solos. “¿No qué no iba a venir, profe?”, les preguntaba­n. No faltó el menor que junto con su familia y por la desesperac­ión de las enormes filas, agujeró una hoja de papel, y observó, junto a sus hermanos, el eclipse reflejado en el suelo, utilizando la manera más tradiciona­l de ver el espectácul­o natural, que aseguran, no se presentará hasta 2024. “Si se vio en el 91, ¿Por qué no se va a ver ahorita?”, dijo la madre. El punto máximo del eclipse llegó poco después de las 13:00 horas, cuando alcanzó un 52 por ciento de su dimensión, que provocó la decepción de algunos al no percibir una total oscuridad en el ambiente. Sin embargo, algunos de los alumnos mostraron su entusiasmo gracias a la guía de los encargados que explicaron a detalle las causas de todo el fenómeno.

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