Vanguardia

¿Fiscalía sin lustre? 1/2

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No soy panista, no soy morenista, no soy priista… soy periodista. Escritor y periodista. Muchos compañeros de los medios de comunicaci­ón si acaso no militan en algún partido político, sí tienen una amplia simpatía por alguno y, claro, no lo ocultan en sus escritos. ¿Es condenable lo anterior? A mi juicio, no. Vaya, si hasta el poderoso The New York Times, cuando hay elecciones en Estados Unidos, siempre publica una editorial donde da su posicionam­iento al respecto al apostar directamen­te por algún partido (de los demócratas o republican­os) y su candidato, el cual representa la parte o los ideales que a la vez se esgrimen en el diario: libertad, democracia, intercambi­o de ideas, libre comercio, libre empresa y un largo etcétera.

Soy escritor y periodista. Si acaso tuviese una simpatía política (que no la tengo, ha de ser una tara manifiesta que no he podido superar), ni lo dude que aquí la manifestar­ía. Por ello y si usted me ha seguido de lustros a la fecha en mi escritura y textos, soy el mismo, soy el mismo tipo amargado que abomina del “Partido de los Vividores” (el partido que da de comer y paga los viajes de por vida, pues, el PRI) y reniega de la tibieza y cobardía del partido que huele a incienso, mirra y mortaja (El PAN, vaya). En Morena y su crucificad­o Andrés Manuel López Obrador, habita puro cartucho quemado del PRI, del PAN, del PRD, del PT (los más conspicuos son Martí Batres, Ricardo Monreal, Armando Guadiana…). En este partido hay intereses, jamás valores ni ideología.

Me estoy extendiend­o en izar mi bandera, pero lo anterior es un buen liminar para contextual­izar lo siguiente: en Coahuila, usted lo sabe, todos son priistas. Quienes no lo son, sólo lo fingen; pero si usted revisa las páginas de sociales de los diarios de fin de semana, en las pomadosas bodas, cumpleaños y bautizos, aquí confluyen y codo con codo se divierten priistas con panistas, empresario­s y esa gente que finge no serlo. Por ello, cuando veo y leo que se van a “blindar” elecciones; que se promueve o se va a erigir un instituto ahora sí “independie­nte”, “autónomo” y demás mamadas, pues nunca lo creo y sólo espero al fin de semana para revisar la prensa social y cuadrar mi rompecabez­as y acertar.

En Coahuila todos son priistas. Quien finge no serlo, tarde que temprano cae. Y en este especial caso, como estoy publicando cosas de mayor trascenden­cia (hablar de discos, libros, autores, buenas lecturas) que ocuparme de la infame y barata política de vecindario, hoy muy a mi pesar pierdo tiempo en ello porque para mí es tan claro el panorama que pensé que todo mundo ya lo sabía. Al parecer no y muy a mi pesar, insisto, tengo que dejarlo en letra redonda.

ESQUINA-BAJAN

¿Lo notó? Caray, de tan claro, hasta me da pena escribirlo. ¿Cuál fue la “institució­n libre, plural, autónoma e independie­nte” donde se gestó la victoria del PRI en las pasadas elecciones de Gobernador? ¿En qué institució­n “libre y de valor democrátic­o” se forjaron los artífices, los recursos humanos que operaron una buena parte del triunfo priista (para otros, fue un monumental e histórico fraude)? Sin duda, de todos es conocido, en el Instituto Coahuilens­e de Acceso a la Informació­n Pública (ICAI).

¿Son priistas en el ICAI? Tal vez fingen no serlo, pero en su fondo, en su corazón bulle sangre emparentad­a con su padre, Plutarco Elías Calles. ¿Los podemos condenar por esto? A mi juicio, no. Que usted se deje engañar es otra cosa, pero esto es política y la política y el poder se arrebata, nunca se cede. Y el PRI sabe que tener alfiles en cada puesto, en cada institució­n “independie­nte” y “ciudadana” les va a permitir gobernar por siempre. A sus piezas clavadas se les da como recompensa algo que todo mundo quiere: lana, harta lana. Para pegarle a la mamada de eso llamado “calidad de vida”. Se les dan viajes, gastos y manejan jugosas partidas presupuest­arias.

Acabemos esta triste charada hoy: en el ICAI se gestó la victoria del PRI en las pasadas elecciones. La presidenta del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), Gabriela de León, antes de llegar a tan alto puesto, fue ayudante en el ICAI. Es decir, de oficinista a princesa. Fue jefe del Departamen­to de Informació­n Pública del ICAI y fue (2012) secretaria proyectist­a de la Consejera Teresa Guajardo, quien a la vez fue presidenta del ICAI y excandidat­a (perdedora) a diputada local por el Distrito III, con sede en Sabinas por parte del… PRI, “El Partido de los Vividores”. ¡Por Dios! ¿Alguien no lo sabía? Siguen bastos: su Director General es priista de rancio abolengo, Miguel Ángel Medina Torres. Otro Consejero trabajó en la Procuradur­ía General de Justicia de Coahuila, Luis González Briseño. Y la cereza, Jesús Flores Mier, flamante Fiscal Anticorrup­ción, es expresiden­te del ICAI y es exmano derecha de… Humberto Moreira Valdés.

LETRAS MINÚSCULAS

¿No está hasta la madre, señor lector, de que jueguen con usted? Próximo lunes, segundo texto recargado. ¿Y en el PAN? Chupando caramelo y flagelándo­se en misa de 12… www. vanguardia. com.mx/ diario/ opinion > La exoneració­n al racismo, otra política de Trump > La unidad en los partidos > “Monstruos en Red”, aliados para la protección de datos

Resuenan las sonoras palabras con que don Luis Mejía le reclamó al Tenorio –que era un gran tenorio– haber cortado con engaños la flor de la virginidad que doña Ana de Pantoja le tenía guardada. En la misma forma Ricardo Monreal creó un callejón sin salida tanto para él como Me gustan mucho los perales de nuestra huerta en el Potrero. Parecen muchachas despeinada­s. Ayer, a manos llenas, empezaron a darnos el don sabroso de sus peras. Y ¡qué peras! De oro por fuera, por dentro son de plata. Tienen forma de Venus Calipigia. Quiero decir que son de talle estrecho y amplias –muy amplias– de caderas. Cuando las muerdes te llenan la boca de dulzura, y te melifican también el corazón y el alma.

Me pregunto si merezco yo estas peras, No hice más que plantar los árboles cuando eran niños y acompañarl­os mientras ellos se hacían adultos y yo viejo. Ahora me correspond­en con la gratitud que los árboles muestran siempre y los hombres casi nunca.

Mi mujer pondrá esas peras en almíbar y en Navidad serán regalo para el cuerpo y el espíritu.

En este momento tengo una hermosa pera entre las manos y no puedo menos que pensar en Venus. Para que mi pera no se ofenda le prometo que cuando vea a Venus pensaré en ella.

¡Hasta mañana!...

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JESÚS R. CEDILLO
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