LA IDEA DE LA MUERTE; UN GERMEN QUE CRECE
En los últimos cuatro años la región ha sumado un total de 253 muertes por esta causa; el récord para el año con más suicidios TEMOR A VIVIR, EL PROBLEMA
A tres meses de que termine el 2017, ya se superó el número de suicidios de todo el año pasado.
Detrás de esta cifra de por sí amarga, inquieta el hecho de que cada vez es mayor el número de menores de edad que contemplan la idea de matarse.
La ciudad de Saltillo ocupa el tercer lugar en búsquedas de la palabra suicidio y términos relacionados en todo el país.
El primer lugar ha sido durante dos años consecutivos para Aguascalientes, coincidiendo con la ciudad coahuilense en repetir dentro las tres posiciones durante el 2016 y 2017.
LOS FOCOS ROJOS En los últimos cuatro años la región ha sumado un total de 253 muertes por esta causa; el récord para el año con más suicidios fue el 2014 con un total de 77 casos; faltando tres peses para que concluya el año, la región se encuentra a 20 casos de diferencia para alcanzar la cifra fatal.
La organización mundial de la salud promedia a nivel mundial 800 mil suicidios al año y es la cifra de intentos una de las más escalofriantes: Hay indicios de que por cada caso de suicidio probablemente haya más de 20 que intentan Las entidades federativas que tuvieron mayores tasas de suicidio, por cada 100 000 habitantes, fueron: Chihuahua 11.4 Aguascalientes 9.9 Campeche 9.1 Quintana Roo 9.1 En 2015 se registraron 6 mil 285 suicidios, esto representa una tasa de 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes. Por sexo, la tasa de suicidio es de 8.5 por cada 100 mil hombres y de 2.0 por cada 100 mil mujeres. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el suicidio como un problema grave de salud pública, cada año, a nivel mundial, aproximadamente 800 mil personas se quitan la vida. Para el año 2015 se colocó al suicidio como la segunda causa de defunción en el grupo de 15 a 29 años. suicidarse. Esta cifra varía mucho según el país, la región, el sexo, la edad y el método de suicidio.
A finales de agosto, municipio puso manos a la obra con un programa para la prevención del suicidio “abraza la vida” dirigido a jóvenes para crear conciencia en aquellos menores para que se solidaricen con las personas menos sociables a fin de crear lazos de unidad.
MOTIVACIONES Dentro de las causas que lo provocan, se indican diversos factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales. Entre ellos, destacan “las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales” .
Otros factores de riesgo que se mencionan son el aislamiento, salud precaria, baja autoestima, desesperanza, sentimientos de rechazo e incapacidad para resolver problemas. Algunas señales de alerta podrían ser antecedentes de daño a sí mismos, o bien avisos del deseo de quitarse la vida .
LA ESTRATEGIA Para hacer frente a la problemática y convocar a la adopción de medidas a nivel mundial, la OMS y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (AIPS), establecieron el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Con el propósito de contribuir a esta causa, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), pone a disposición de la sociedad, información estadística actualizada sobre estos hechos, ya que le mejor manera de enfrentar un problema, es conociéndolo. Cada suicidio es una tragedia y cualquiera que sea la creencia, suicidarse es abrazar la nada.
Si se tiene un pensamiento religioso, al matarse el hombre traiciona un principio vital y se pierde; si lo que lo anima es un pensamiento racional o científico, matarse es desaparecer.
En cualquier de los dos casos, se trata de una flaqueza de espíritu.
Decía Spinoza que el hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, y que toda su sabiduría es sabiduría de vida.
El suicida está entonces atrapado entre lo parece que sabe; y al tiempo que se cree dueño de sus actos, se siente fuera de sí.
En El Maestro de Petersburgo, JM Coetzee imagina al suicida como alguien que provoca a Dios; se va acercando a su muerte viéndolo de reojo y esperando que haga algo que la impida, hasta que llega el momento fatal sin que el milagro se produzca.
Las reflexiones más repetidas luego de un suicidio se refieren a la ausencia de motivos, a la libertad para decidir, o a si este acto refleja valentía o miedo.
Más que reflexiones son frases poco meditadas, en resumen el suicidio no es un acto libre y el deseo de morir es inversamente proporcional a la felicidad que siente la persona.
Pasado un tiempo, los cercanos al suicida empiezan a recordar una señal, un anuncio que prefiguraba su muerte.
Al mexicano le gusta mucho decir que no le teme a la muerte, aunque parece vivir como si a lo que en realidad le temiera es a la vida.