Es un monstruo goleador
BARCELONA.- Liderado por un fabuloso Lionel Messi, el Barcelona se alzó a la cima de la Liga española en solitario al superar por un abultado 5-0 al Espanyol con un triplete del astro argentino, después de que el Real Madrid cediera otros dos puntos con un inesperado empate ante el Levante.
Aunque el primer tanto de Messi, en el minuto 26 de partido, fue en claro fuera de juego, los dirigidos por Ernesto Valverde no desaprovecharon el nuevo tropiezo blanco, se llevaron el derby catalán con comodidad y abrieron un hueco de cuatro puntos respecto a su máximo rival.
En la tercera fecha del campeonato español y antes de recibir a la Juventus italiana el martes en el estreno de la Liga de Campeones europea, el Barcelona reina ahora en la punta de la Liga con 9 puntos producto de sus tres triunfos en otros tantos partidos.
La Real Sociedad puede igualarlo hoy si vence en la cancha del Deportivo de la Coruña.
El Sevilla, con su cómodo triunfo por 3-0 sobre el Eibar, se situó en la segunda posición provisional con siete unidades. El Leganés suma seis, mientras que Atlético de Madrid y Valencia, que empataron 0-0 en el choque que los enfrentó, y Real Madrid acumulan cinco.
“Estamos a principios de temporada y las distancias no son significativas, pero es mejor estar por delante que por detrás, porque al final no sabemos qué puede ocurrir con estos puntos”, señaló Valverde.
La ventaja de los azulgrana, a estas alturas, es inesperada. Y tiene un protagonista principal: Messi.
Tras abrir el marcador, el argentino amplió la ventaja del Barza en el 35’ en una jugada personal y en el 66’ con otro remate impecable que completó su “hattrick”. Gerard Piqué anotó el cuarto tanto, en el 87’, al rematar de cabeza un saque de esquina de Rakitic y Luis Suárez cerró la cuenta sobre la hora tras una buena asistencia de Dembelé.
“Estamos contentos por Leo. Ha marcado tres goles, es extraordinario, cada día nos sorprende”, apuntó el entrenador español del Barcelona.
Tras los tropiezos de Real Madrid y Atlético, la cómoda victoria azulgrana evitó mayores debates sobre un juego que aún genera interrogantes.
Los goles y la omnipresencia de Messi maquillaron dificultades del resto del equipo para desequilibrar y algunas imprecisiones en la construcción de juego.
La buena conducción del croata Ivan Rakitic, brillante en algunas acciones, no fue suficiente para que el Barcelona encontrara, más allá de Messi, alternativas ofensivas.