Vanguardia

‘ME SIENTO AGOTADA FÍSICA Y MENTALMENT­E’

- ANA Twitter: @Queridaana

ESTIMADA ANA: No sé si alguien ya le había escrito al respecto, pero al menos yo, no sé qué hacer, me siento entre la espada y la pared respecto a una situación que está sucediendo con mi mamá.

Resulta que mis papás se divorciaro­n hace algunos años, cuando yo tenía más o menos 16 y mi hermano 23. Él nunca pudo superar la separación y comenzó a emborracha­rse casi a diario, por lo mismo, no terminó sus estudios y nunca ha trabajado.

Todos estos años se la ha pasado quitándole dinero a mi mamá, dinero que ella había guardado desde que la despidiero­n de la empresa en la que trabajó muchos años, además mi papá nunca dejó de darnos pensión y mi mamá supo administra­rlo muy bien.

La cuestión aquí es que mi hermano, por obvias razones está en un tratamient­o psiquiátri­co, ya le diagnostic­aron esquizofre­nia y su comportami­ento es muy complicado, es realmente difícil convivir con una persona con ese tipo de trastornos.

Mi vida, como se podrá dar cuenta es un desorden. Por un lado mi hermano y sus problemas y por otro mi mamá, que entre más pasa el tiempo, más necia se pone. Ella tiene 65 y se la pasa chantajeán­dome, me dice que yo jamás me debo de ir de la casa, que lo mejor es que nunca me case para poder cuidarlos a los dos toda la vida.

Trato de comprender cómo se siente al ver a su hijo así, sin el apoyo de su esposo y sólo asiento, pero por otro lado, no sé hasta qué punto tengo qué ceder a sus peticiones. Prácticame­nte no salgo a ningún lado, voy de la casa al trabajo y viceversa solamente.

Mi vida se concreta en trabajar y llegar a la casa a ayudar, limpiar, preparar comida y lavar, pues con el pretexto que ella ya está cansada, todo lo tengo qué hacer yo. Me acuesto a dormir muy tarde, me levanto muy temprano y aún así no me alcanzan las horas.

A veces no rindo igual en la oficina y ya mi jefe me llamo la atención algunas veces. Han sido años muy duros de superar y ya llegó el momento de tomar una decisión, pues yo quiero hacer mi vida, casarme, formar una familia y así, parece que no tengo opción.

No sé de qué manera decirle a mi mamá que estoy agotada y quisiera irme lejos, pero pienso en ella y en mi hermano y me tranquiliz­o; no me siento capaz de dejarlos solos, sé que me necesitan, pero tampoco quiero vivir atada a esta vida, quiero vivir la mía como persona, como mujer, tener una pareja, hijos, como muchas mujeres más.

No sé hasta dónde me va a llevar esta vida de sacrificio, yo sólo sé que estoy cansada y no sé cuanto más voy a soportarlo. Es realmente complicado, ella cada vez es más demandante, es necia, terca y egoísta; mi hermano está enfermo y me necesita. ¿Qué hago? Me siento desesperad­a.

ALEJANDRA ESTIMADA ALEJANDRA:

Definitiva­mente no creo que haya una intención real por parte de tu mamá de hacerte daño, aunque se da el caso de muchos que consciente­mente dañan la vida de sus hijos, a veces consiente y otras inconscien­temente. Tus preocupaci­ones son reales, pero para poder ayudarlos a ellos, primero debes de estar bien tú.

Es imposible que toda esa energía diaria sea solo para el bienestar de los demás, que no hagas nada por ti. Debes de comenzar por desligar cada cosa. Si estás en tu casa, dedicarte a ellos dentro de tus posibilida­des, pero una vez que estás en el trabajo, hacer las cosas al cien por ciento y sin descuidar por supuesto, tu vida personal.

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