Llegan saltillenses a CDMX; piden permiso en sus trabajos
CDMX.- La necesidad de ayudar, y la efervescencia solidaria no pudo contener a un grupo de saltillenses que en cuanto escucharon de la tragedia después del temblor en la CDMX, pidieron permiso en sus trabajos y llegaron a ayudar.
Desde las seis de la tarde del miércoles, el grupo partió de la capital de Coahuila con la esperanza de colaborar en los rescates, brigadas y centros de acopio.
El primer llamado fue en punto de las 20:00 horas en uno de los tantos edificios que se colapsaron en la colonia Hipódromo Condesa.
La sorpresa, fue ver a una ciudad organizada, solidaria, y con el ímpetu de recibir a todos aquellos que estuvieran dispuestos a colaborar en el rescate de sus cercanos.
“Hemos visto mucho apoyo de vecinos, nos han atendido muy bien, no nos ha faltado herramienta ni comida. Nos han apoyado mucho los vecinos y la sociedad ci- vil”, dicen.
Las buenas noticias nunca sobran, pero con un gesto preocupado, Roberto Ruiz dice que las cifras de rescate o de fallecidos son peligrosas a mencionarse, y reacias para la situación.
“Hemos tenido buenos momentos, y buenos sabores de boca. Por respeto a todas las víctimas nunca damos cifras”, dice Roberto al preguntarle, cuál ha sido el mejor panorama, después de dos días en los que sólo han logrado contener el sueño durante tres horas.
Fue en la colonia Del Valle, cuando el grupo decidió separarse y buscar en otras zonas la ayuda que se les requería.
Ahí compartieron el pan, la sal y las experiencias con personas de Turquía, Chile, e Israel, todos con el mismo sentimiento.
Pese a las angustias que provoca la idea de introducirse a los hoyos, o no escuchar señales de vida, se acompañan de las experiencias y los métodos para fortalecer la profesión.
“Nuestro grupo tuvo contacto con dos víctimas, y sabemos que todavía hay una persona ahí, pero se va a encargar la Marina”, dice, mientras uno de sus compañeros del grupo de Topos de Oaxaca, señala que a partir de que entraron las autoridades las acciones se han vuelto más complicadas para las listas de voluntarios.
Roberto, Isidro, Nahim, y Francisco, son algunos de los saltillen- ses que acudieron al llamado, y pidieron permiso a la empresa del sector manufacturero Daimler en Saltillo, para que no sobraran manos que tomaran la responsabilidad de sus connacionales.
Desde temprano, a distintos lados de la Ciudad y a otros seis estados afectados por el último sismo, llegaron los apoyos que dieron empresas, escuelas, equipos deportivos, y sociedad civil en general con un peso que por ahora asciende a 60 toneladas y que se pretende distribuir en las zonas afectadas.