‘VAPULEAN’ AL NORTE
Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas son afectados por lluvias torrenciales; en General Cepeda se teme por derrames en Cimari
Las fuertes lluvias registradas ayer “vapulearon” a tres estados del norte del país: Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
En la entidad hubo reportes de severos daños en General Cepeda, así como la caída de un puente en la vía que conecta Acuña con Morelos.
En General Cepeda, cinco comunidades resultaron inundadas por las fuertes lluvias. Estas localidades son aledañas al centro de residuos industriales, por lo que los pobladores temen que haya derrames tóxicos.
A los costados de la carretera federal número 40, entre Saltillo y Parras, los ejidos Hipólito, Kilómetro 64, El Dorado, La Rosa y Noria de la Sabina, tuvieron severas afectaciones a causa de la lluvia que logró subir en algunos tramos hasta los 30 centímetros de altura, esto en un diámetro de 15 kilómetros.
En Saltillo se recibieron 34 llamados por inundaciones en distintos puntos de la ciudad, así como 15 percances viales. En algunas colonias se colocaron costales para evitar que el agua entrara a viviendas. En la Ciudad Deportiva se reportó la crecida en el canal; en la Zona Centro se informó de daños en casas que están abandonadas.
En la carretera que conecta Ciudad Acuña con el municipio de Morelos se dio a conocer que se desplomó el puente El Papalote, por lo que se vio afectado el tránsito vehicular.
La Región Laguna también reportó fuertes lluvias que ocasionaron anegaciones en la vialidad.
En el área metropolitana de Monterrey, importantes vialidades como Fidel Velázquez fueron cerradas momentáneamente, además de encharcamientos en Chapultepec, Revolución, Constitución, Morones Prieto y Gonzalitos. Por las lluvias se tuvo que cancelar el partido de futbol entre Rayados y Santos.
Mientras que en Nuevo Laredo, Tamaulipas, se presentaron nuevas lluvias que causaron daños en vialidades y colonias. Con esto hubo información de al menos 120 autos varados y pérdidas millonarias por las afectaciones en la conectividad de la autopista Nuevo Laredo-monterrey, que sigue con anegaciones en el camino.
WASHINGTON.- Con apoyo de cuatro republicanos, el Partido Demócrata está dispuesto a presionar para que el Congreso apruebe la denominada Dream Act (Ley del Sueño) que permitiría regularizar la situación en EU de casi 700 mil jóvenes indocumentados afectados por la decisión del Gobierno de Trump de acabar con el programa DACA.
El senador Dick Durbin (Illinois), quien abandera desde hace 16 años la búsqueda de una solución para los “dreamers”, dijo a periodistas que seguirán buscando apoyos entre los republicanos para conseguir la “ley correcta”, un texto que no incluya ningún tipo de cláusula en materia de seguridad fronteriza o el muro, y que tampoco abandone a los padres de los jóvenes.
Como fecha límite se impusieron el 8 de diciembre, fecha en la que termina la prórroga presupuestaria pactada entre líderes demócratas y el presidente Trump, pero el senador dijo esperar hacerlo antes.
“Acabar con DACA no arregla nuestro sistema migratorio roto”, dijo la senadora Catherine Cortezmasto (Nevada), líder de la ofensiva demócrata. Según explicaron, tienen a cuatro republicanos “a bordo”, de los 12 que necesitarían para aprobar el texto.
Lo cierto es que deberán pactar con la Casa Blanca, y las negociaciones que se iniciaron hace 10 días continuarán esta próxima semana para determinar el “paquete de seguridad” con el que se comprometerán a cambio de obtener el pacto del magnate de ayudar a la aprobación de una ley para los “dreamers” con un camino a la ciudadanía.
Sólo falta una semana para que venza el plazo de renovación del permiso DACA para aquellos cuyo documento caduca antes del 5 de marzo, fecha en que concluiría el programa. Ayer, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que no se plantea ninguna extensión del plazo, a pesar de las quejas por la lentitud del proceso y los problemas derivados de los huracanes en Texas o Florida.
La senadora demócrata Kamala Harris se quejó del poco tiempo que la administración ha dado a los “dreamers” para renovar sus permisos y conseguir los 495 dólares que cuesta el trámite.